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El retorno del rey

  • Pepe Reina regresa a Córdoba después de lograr su segunda Eurocopa como miembro de una selección que ya es leyenda. El portero recibe el homenaje y el cariño de todos los cordobeses, encabezados por el alcalde, en una estación de AVE a reventar.

Pepe Reina ya está en casa. El portero internacional español llegó a primera hora de la noche de ayer a Córdoba, donde recibió el homenaje de cientos de aficionados que abarrotaron la explanada de la estación del AVE para rendir tributo a su héroe. El cordobés consiguió el domingo en el Olímpico de Kiev su segunda Eurocopa con La Roja, a lo que hay que sumar el Mundial logrado en Suráfrica 2010. Él es uno de los que han hecho de España un equipo de leyenda que, como no podía ser de otra forma, también tiene acento cordobés.

Después de las intensas celebraciones en las noches de Kiev y Madrid, Pepe Reina tomó el AVE en la capital para arribar a Córdoba poco antes de las diez de la noche. Un buen rato antes ya estaba todo preparado en las inmediaciones de la estación. Unas vallas marcaban el camino a los aficionados, que desafiaron el calor para ver de cerca a su paisano. Todo sacrificio es poco para ver a escasamente un palmo de distancia a uno de los integrantes del equipo que ha cambiado la historia del fútbol mundial.

Cuando Pepe se bajó del tren con su mujer, Yolanda, y sus tres hijos, Alma, Grecia y Luca, pudo ver a su padre, Miguel Reina. Junto al exfutbolista y hoy presidente del Instituto Municipal de Deportes se encontraban el alcalde, José Antonio Nieto, así como el suegro del jugador, el entrenador Pepe Artacho. Ellos fueron los primeros que pudieron abrazar y felicitar al héroe. Cosas de protocolo y seguridad.

Fuera la gente se desgañitaba a la espera de que el internacional hiciera acto de presencia. Cuando su figura se descubrió tras los cristales de la puerta, la música del No hay dos sin tres, canción oficial de la Eurocopa interpretado por David Bisbal y Cali&ElDandee empezó a tronar. El jugador, a pesar del cansancio acumulado, ponía buena cara. Le esperaba un baño de multitudes que empezó con la atención a los medios de comunicación y continuó ya en el exterior, con toda la gente queriendo tocar a su ídolo, con los flashes de las cámaras y los móviles de última generación echando humo, y las redes sociales recibiendo instantáneas a cada segundo. Era el momento elegido para rendir tributo al cordobés más internacional.

José Antonio Nieto le dio la bienvenida desde el atril dispuesto para la ocasión. "Hace poco tiempo el Ayuntamiento de Córdoba quiso que Pepe fuera Hijo Adoptivo de la ciudad. Ahora Pepe ha conseguido mucho más que eso y ha respondido a ese gesto de la ciudad por su trabajo, por su esfuerzo, por su ilusión, por su alegría y ha hecho que toda Córdoba se sienta orgullosa de él", aclamó el edil, que destacó que "todos nos sentimos orgullosos de verle ganando una Eurocopa, ganando un Mundial y ganando otra Eurocopa con la bufanda del Córdoba y defendiendo a su tierra". Nieto terminó con su particular versión de speaker: "Para todos vosotros, aquí tenemos al número 23 de la selección, nuestro orgullo de Córdoba, Pepe Reina".

El portero recogió el guante. Cogió el micrófono, algo que no le pilló por sorpresa porque es tradición en todos los éxitos de La Roja, que afortunadamente se han multiplicado en los últimos años. Reina tomó la palabra, igual que 24 horas antes había hecho en Cibeles. Esta vez no hubo presentación, ni bromas con sus compañeros. Esta vez todas sus palabras fueron de agradecimiento a la ciudad de Córdoba por el recibimiento. "Me vais a perdonar por el cansancio y la fatiga que tengo", comenzó diciendo ante la multitud que se dio cita en la glorieta de las Tres Culturas. "Como sabéis yo no nací aquí porque mis padres estaban en Madrid, pero por esta sangre corre sangre cordobesa", reconoció el cancerbero del Liverpool. "Llevo el nombre de Córdoba allá por donde voy y espero dar muchísimas cosas, y no sólo con mis éxitos deportivos, sino también personales", apostilló el internacional, que ademas agregó que "siento muy adentro la ciudad de Córdoba, porque mi mujer y mis hijas son cordobesas y son lo que más quiero".

Sobre el hito conseguido por La Roja, Pepe Reina dijo que "parece fácil desde fuera, pero eso es lo dificil, que parece fácil y lo hacemos parecer así. Son tres títulos consecutivos en cuatro años y con la dificultad que eso tiene. Estoy orgulloso y muy satisfecho del trabajo realizado". Aunque "como sabéis no he podido jugar, he hecho la labor que me toca en la selección y siempre intentó estar preparado". "Yo voy hacer mi trabajo y a estar preparado cuando se me necesite. En esta Eurocopa no he podido jugar lo que me gustaría, pero somos 23 futbolistas muy importantes en nuestros clubes y en la selección solo pueden jugar once más los tres cambios", añadió el hijo de Miguel Reina. Además, "Vicente (del Bosque) mira lo mejor del grupo para sacar el mayor beneficio y hay gente que no puede jugar", sentenció, que tiene ya ganas de tomarse un respiro: "Estoy contento y cansado porque son 48 horas con mucha tensión y mucho trabajo acumulado. Ahora estoy deseando de coger las vacaciones y disfrutar de mi ciudad, de Córdoba".

En cuanto a su nueva puesta en escena con la presentación de sus compañeros en Madrid, Pepe Reina dijo que "durante el día te vas animando, te vas poniendo a tono y dices lo que va saliendo. Quiero que la gente conozca como son y desde el cariño y la admiración que les tengo pues les dedico esas palabras". Luego no dudó en alabar a Sergio Ramos, que lo presentó a él, señalando que "estuvo muy salado y para la próxima le va a tocar a él".

Para finalizar su intervención, Pepe quiso agradecer en nombre de sus compañeros las muestras de cariño recibidas y apuntó su satisfacción porque "en tiempos no muy boyantes la gente esté muy contenta por dos o tres días; nos llena de felicidad veros alegres".

Ahora, con el trabajo bien hecho y a la espera de recibir algún homenaje más, que seguro llegará, Pepe podrá descansar con los suyos. Es la hora de cargar las pilas tras una temporada larguísima porque en un mes empieza el nuevo curso en Inglaterra. No serán muchos días, pero sí los suficientes para que, con la cabeza fría, Reina empiece a darse cuenta de lo que ha supuesto ganar la Eurocopa de Polonia y Ucrania. Kiev ya tiene un lugar especial en su memoria, compartiendo vitrina con Viena y Johannesburgo. En dos años, toda España espera unir a esa lista Rio de Janeiro. Allí, en el mítico Maracaná, se jugará la final del Mundial de 2014. Allí, si nada lo impide estará representada Córdoba por obra y gracia de su vecino más insigne, Pepe Reina, que lanzó un último deseo: "Os veo aquí dentro de dos años". Amén.

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