ENTREVISTA · JUAN LUNA ESLAVA

"Si esto es un regalo, yo lo voy a aprovechar"

  • Luna, tras 15 días al frente del equipo, mantiene su “confianza” en un grupo capacitado para “estar más arriba” · El técnico admite que “a esto le tenemos que dar la vuelta nosotros”

Lleva quince días al frente del vestuario del Córdoba, un equipo que acumula cuatro derrotas consecutivas y está ya a cuatro puntos de la permanencia. Pero Luna Eslava mantiene intacta su confianza en un grupo que tiene “mimbres suficientes para no estar donde estamos, sino más arriba”. Su modelo a seguir es la primera mitad del Ciudad de Valencia, pero “finalizando y haciendo goles”, algo en lo que debe ser clave la recuperación del “estado anímico” del grupo.

–Dos partidos, dos derrotas. Ni en las peores pesadillas habría soñado un comienzo así.

–Es la realidad, la pura realidad. Intento quedarme con lo positivo porque creo que el equipo ha ido un poquito más en lo que yo pretendo plasmar sobre el terreno de juego, pero todo eso se afianza con los resultados, eso está clarísimo. Si los resultados no llegan, como pasó el otro día, en el que haces un muy buen primer tiempo, pero tienes la desgracia, ya en el tiempo de descuento prácticamente, de encajar ese gol, ya con un jugador menos, pues bien es verdad que eso es ahondar más en la herida. Pero yo me quiero quedar con lo positivo, con la reacción de la plantilla, que está teniendo una predisposición muy buena y ése es el camino que hay que seguir. A esto le tenemos que dar la vuelta nosotros, a esa dinámica negativa de resultados, pero con ese primer tiempo que hicimos el otro día, si no tenemos esa desgracia o machacamos en alguna de las que tuvimos, que nos faltó finalizar... pues todo hubiera cambiado mucho.

–¿Se asemeja la primera parte de Valencia a lo que usted quiere del equipo?

–El equipo fue valiente, muy valiente, un equipo que fue a por todas, bien plantado en el terreno de juego, con llegada... Nos faltó finalizar y en eso hay que trabajar e incidir. Pero, a pesar de todo, el partido estuvo en todo momento controlado bastante bien... Que después tienes la desgracia ésa... Ésa es la dinámica que hay que cambiar, todo ese pesimismo, ese... No quiero pesimismo, no quiero el otra vez igual... Ese tipo de frases no estoy de acuerdo en nada porque esto llega un momento en el que hay que llegar a un punto de inflexión y, a partir de ahí, pensar en mejorar y punto, porque no queda otra.

–Es el principio de un cambio, pero todavía tiene que ir a más.

–Efectivamente, porque si te dijera que ése es el tope... porque si haces todo eso y no haces gol... Tenemos que hacer lo mismo, pero finalizando y haciendo goles. Cuando estemos por delante, pues ojalá llegue esa tranquilidad, ese trabajo se afiance, los resultados lleguen, lo que hará que la plantilla cambie su estado anímico, algo que es muy importante hoy en día.

–Quizás eso debe ser lo primero, recuperar al grupo mentalmente.

–Eso es claro, porque tú puedes ser un fenómeno en cualquier trabajo en la vida, pero si ese estado de ánimo, esa confianza en tí mismo, sobre todo cuando hay un trabajo en grupo, en el compañero... Eso es lo que se trata de recuperar porque ellos lo han hecho otras veces, lo han hecho en otros sitios en los que han estado y ahora nos toca eso. Tenemos que darle la vuelta a la tortilla, pero ya; tenemos tiempo, por supuesto, así que tampoco tiene que haber esa ansiedad... Necesidad, por supuesto que sí, porque los puntos los necesitamos y no podemos descolgarnos más, pero lo que no se puede es crear esa ansiedad que te hace estar cohibido y demasiado presionado. Son tres puntos, que son necesarios, pero no llegar más lejos de eso.

–Sus dos primeros onces han sido casi idénticos, sólo con el cambio de Ceballos por Mario. ¿Qué es sinónimo de confianza o poco nivel del resto?

–Siempre he dicho que el nivel de una plantilla lo marcan los que se quedan fuera. Aquí hay unos puestos y tiene que haber esa competencia sana entre ellos. Lo que yo quiero es que esté en el campo el que esté en mejores en condiciones y el que está fuera tiene que intentar pelear por ese puesto, competir por ese puesto, porque eso es lo que va a hacer subir el nivel de la plantilla. Yo tengo confianza en todos, pero tengo que elegir un once inicial y el que creo, por lo que percibo, es el que he sacado en estos partidos. Es verdad que todos están trabajando bien, pero por las características de lo que yo busco, creo que es el once ideal. Después, incluso los cambios... El cambio del portero es obligado, tengo el cambio preparado de Ceballos porque no voy a quitar a un defensa en un córner... Digo Manolo (Torralbo, delegado del equipo), en el momento que el rechace y eso, cambio, pero ahí se produce la expulsión y ahí ya tienes condicionado otro cambio. Son cosas contra las que hay que seguir luchando, peleando porque no queda otra.

–Lo que está claro es que muchos jugadores están lejos de su mejor estado de forma.

–Un jugador durante una temporada atraviesa rachas, buenas y malas, y hay que tratar de engancharlos a todos a la buena. Y el que no esté, tratar de recuperarlo para que alcance su máximo nivel y de eso se trata, que me lo pongan lo más difícil posible a la hora de hacer la alineación. Eso es lo que yo quiero, no tener lesionados, que recuperen todos la forma, que todos estén un estado anímico bueno... y eso es lo que me va a poner las cosas difíciles.

–La pasada semana decía que el parón no le iba a venir bien. Tras la derrota, quizás era lo mejor.

–La primera contestación es egoísta por mi parte porque llevas poco tiempo y lo que quiero es darle continuidad a ese trabajo, pero yo entiendo a ellos y sé que estos días le van a venir fenomenal, porque como mejor se desconecta es con la familia, con los amigos... Pero, egoístamente como entrenador, ojalá hubiera pasado ya la Navidad y no hubiera habido este parón.

–Como está el equipo, el calendario tampoco es el mejor aliado, con Real, Las Palmas, Zaragoza...

–Es lo que hay. ¿Y cuál es el fácil? Tú me garantizas a mí que me enfrento al Sevilla Atlético ahora y es más fácil; yo te diría que no, que incluso es más difícil por la teoría de que como está abajo... Yo en eso no creo. Eso debe servir para dar un plus de motivación, de ganas, para poder competir con todas las garantías contra esos equipos que, en teoría, son equipos difíciles, duros... Pero eso es lo que tenemos y hay que afrontarlos. Los problemas cuando llegan hay que afrontarlos y en este caso es lo que tenemos y, por mucho que tú quieras, no lo vamos a cambiar porque no puedes. Hay que trabajar para sobrepasar eso, no pasarlo, sino sobrepasarlo.

–Después de dos semanas como entrenador, ¿cree que hay mimbres suficientes para conseguir el objetivo?

–Insisto, yo he cogido esta plantilla porque sé lo que hay, los mimbres que hay, y tengo plena confianza en los jugadores que hay. Yo he visto todos los equipos de Segunda y he visto el nivel que hay. Es verdad que equipos con plantillas parecidas, su estado de ánimo es totalmente diferente porque los resultados les están llegando. Eso es lo que hay que cambiar. Pero yo no le tengo envidia a ningún equipo a nivel individual, con la calidad que nosotros tenemos, con la línea defensiva que tenemos, el centro del campo, los delanteros... Si empezamos a analizar, hombre por hombre y comparamos, que eso no sirva para nada... Tengo plena confianza en los jugadores que tengo, y así lo he asumido, y creo que hay mimbres suficientes para no estar donde estamos, sino más arriba.

–Para eso, algunos jugadores deben aportar más. El caso más criticado hasta la fecha es el de Yordi, que no se parece en nada al del Xerez hace un año.

–Él tuvo una lesión en un momento importante, es un jugador que por su físico le cuesta... Y estamos tratando de eso, pero no sólo con Yordi, sino con Gastón Casas, con Pepe Díaz... Yo los quiero a todos al 120%. Que ahora se le está dando, porque mi idea es tener más llegadas por banda, finalizar con centro, que el otro día ya se consiguió algo... Poco a poco hay que seguir trabajando para recuperar no sólo a Yordi, sino a todos porque, para mí, todos son importantes y ninguno imprescindible.

–¿Necesita el equipo algo más que un lateral izquierdo?

–Insisto, y mi mensaje no lo voy a cambiar, la dirección deportiva está trabajando ahí y la comunicación es constante, eso no os quepa la menor duda porque, hace una semana, estaba yo ahí, y estoy, y eso no va a cambiar. Cualquier cosa que haya, eso es hilo directo. Que hay algo que nos pueda venir bien... No vamos a poner en duda de que, desde el principio, el lateral izquierdo está descompensado, por supuesto. A mí me gusta competencia sana, porque eso sube el nivel de la plantilla. En otros puestos lo tenemos y ahí, no nos vamos a engañar, no lo tenemos. Para mí, Rubén esta cumpliendo perfectamente y ahí no tengo ningún problema. Que buscas algo diferente, pues sí. Yo, con los jugadores que tengo, orgulloso y contento estoy de ellos, que el otro día, con nueve, trabajaron, corrieron, trataron hacer las cosas bien cuando las cosas estaban... Eso es lo que yo quiero, que no tiren la toalla nunca.

–Pero si le dijeran que pidiera un regalo a los Reyes Magos, ¿qué pediría usted?

–Como entrenador, hay que ser egoístas y quiero lo mejor, pero yo no me voy a engañar a mí mismo. Insisto, he asumido esta responsabilidad porque sabía lo que había en ese vestuario y tenía plena confianza, porque si yo no tengo esa confianza, de qué me sirve estar aquí. Que después viene algo mejor... Pero el mercado de invierno nunca sabes el resultado que te puede dar. La realidad es la que tenemos, lo que pueda venir o deje de venir, ahora mismo no lo sabemos. Pero yo tengo que tener mi actitud y mi predisposición a los que tengo ahora mismo, que son los que cuando llegue el domingo van a volver a trabajar.

–Dos semanas después de acceder al cargo, ¿ha pensado si su llegada fue una apuesta de riesgo o cuestión de necesidad?

–Sé que es una apuesta. Podéis achacarme que no tengo experiencia, no sé qué, no sé cuanto... Emilio sabe perfectamente las ideas que tengo, lo que quiero transmitir. Él cree y ha demostrado esa confianza en mí y es una apuesta, de riesgo o de no riesgo, el tiempo lo dirá. La línea de trabajo está siendo bastante buena y yo voy a tratar de aprovechar mi oportunidad, eso lo tengo muy claro. Voy a seguir trabajando, haciéndolo como creo que se debe hacer, como he aprendido tanto de jugador como en los años que llevo fuera del fútbol y ésa es mi idea, y así voy a morir.

–El otro día, la afición la tomó con Emilio, el siguiente puede ser usted, ¿lo sabe?

–Estamos expuestos a eso y si no le gusta lo que yo hago... Estamos expuestos a eso, pero ¿por qué voy a preocuparme ahora de una cosa que todavía no ha llegado? Si llega, tampoco... La afición está en su derecho y está disgustada porque los resultados no llegan, pero esto es la pescadilla que se muerde la cola. Es decir, que tienen que ser los jugadores, los que ganando partidos, animen a la afición, o que la afición anime a esos jugadores para que ese estado de ánimo se venga arriba y lleguen las victorias... Es una comunión y, si no existe... La afición, en un momento dado, juega un papel importantísimo. Yo he estado 20 años de jugador y sé lo que es pasar un mal momento en un terreno de juego y ese aliento que te llega de arriba es vital. El otro día lo dije, ¿qué trabajador dispone de tener en un momento 12.000 voces animándolo? Nadie, nadie, nada más que un futbolista, para bien o para mal. Eso es lo que yo quiero porque hay veces que al futbolista no le salen las cosas y en ese momento una voz de aliento, de apoyo, cuando viene de su afición es importantísimo, y eso hay que entenderlo. Yo entiendo que estén disgustados y que, si no ganamos, la próxima bronca sea para mí, y ojalá todas sean para mí, que al jugador lo animen. Porque yo me iré, si la cosa no va bien, este año o el que viene, cuando sea, como se ha ido uno, otro... porque el fútbol tiene estas cosas. Pero los jugadores están ahí y a ellos es a los que hay que animar, levantarlos y que nos hagan disfrutar a todos y que rindan al máximo para que vengan los resultados. Esa comunión tiene que existir porque si no...

–La última. Después de lo que ha visto estas dos semanas, ¿se siente capaz de sacar esto?

–Yo sí, y si me preguntas eso es que no me conoces. Si algo tengo es que a mí nadie me ha regalado nada en la vida. He llegado más alto, más lejos, menos lejos... pero desde que tengo 15 años a mí nadie me ha regalado nada en la vida. Que ahora esto lo consideráis un regalo, pues yo lo voy a aprovechar. Para mí, yo también he currado, me lo he currado, he trabajado, llevo años metido en esto, viajando viendo jugadores, he estado de segundo con muchos entrenadores... Aprendiendo, y seguiré aprendiendo.

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