balonmano liga asobal

La primera, con un festival

  • El Ángel Ximénez-Avia estrena su casillero de victorias este curso ante el Bidasoa bajo el liderazgo de Oliva en la portería y Jiménez en ataque

Juanlu Moyano lanza en nueve metros ante la defensa de Popovic y la mirada de Renaud.

Juanlu Moyano lanza en nueve metros ante la defensa de Popovic y la mirada de Renaud. / j. m. cabezas

El Ángel Ximénez-Avia se dio un auténtico festín a costa del Bidasoa en su estreno liguero en casa, en un partido monocolor que los pontanenses dominaron con claridad y en el que demostraron todo su potencial. Con un Jorge Oliva inconmensurable en portería, un trabajo descomunal en la parcela defensiva y una primera línea absolutamente desatada con una eficacia goleadora en la que brillaron tanto Jiménez como Rudovic, sin olvidar el buen trabajo de Moreira en el pivote que resultó esencial para romper la defensa vasca, el equipo de Puente Genil sumó sus primeros puntos del curso antes de visitar el Palau Blaugrana.

De entrada el choque comenzó con bastante igualdad, intercambio de goles, e incluso alguna ventaja visitante, aspecto en el que tuvo mucho que ver la velocidad y efectividad de Kauldi Odriozola. El juego más pausado y organizado de los locales chocaba con la buena defensa guipuzcoana, que quería meterle rapidez y ritmo al partido, y aunque los de Quino Soler pasaron algún que otro bache, con varias pérdidas de balón consecutivas, pronto volvieron a ponerse las pilas para tomar la delantera con goles de Jiménez y Chispi que establecieron una máxima 7-5 que obligó a Jacobo Cuétara a pedir tiempo muerto.

Fue a partir de ahí cuando el Ángel Ximénez metió una marcha más a la que el Bidasoa no pudo responder. Una defensa a un altísimo nivel, un Oliva imperial y un David Jiménez desatado pleno de aciertos ante Xoan Ledo ampliaron el electrónico hasta un 11-7 que nuevamente motivó que el técnico visitante parara el partido.

No sirvió de nada, ya que la entrada a la pista de Nacho Moya y Juanlu Moyano reforzó más si cabe el juego ofensivo de los pontanenses frente a un Bidasoa desconocido, precipitado y errático que no encontraba alternativas para romper la defensa local y que buscaba, sin éxito, alternativas atrás con cambios de defensa que apenas dificultaban la circulación de balón de la primera línea y la conexión con el pivote. El cañonero galo Leo Renaud anotó su primer gol a falta de seis minutos para el descanso, pero fue apenas el único bagaje en ataque de los de Irún ante un Ximénez que anotaba prácticamente todo lo que lanzaba.

Con 19-10 al descanso el partido estaba prácticamente visto para sentencia, pero en la segunda parte la escuadra pontanesa se gustó para saldar la pequeña cuenta pendiente con un rival al que la temporada pasada no pudo ganar ninguno de los cuatro partidos disputados y que, además, siempre habían arañado algún punto en Puente Genil en sus visitas como equipo de Asobal. La consigna estaba clara, y los locales no bajaron ni un ápice sus prestaciones manteniendo en todo momento ventajas entre ocho y diez tantos, algo a lo que contribuyó un Oliva estelar que dejó para el recuerdo intervenciones memorables.

Mediado el segundo tiempo y producto de la relajación por la amplia renta, el Bidasoa trató de reaccionar tímidamente recortando la diferencia merced a los goles de Iker Serrano desde el pivote. Pero resultó un espejismo, ya que el Ángel Ximénez volvió a meter la directa para finiquitar el encuentro e imponer su dominio merced al buen trabajo de Moreira, que fue un auténtico quebradero de cabeza para la defensa irundarra, y a la aportación de David Jiménez, que dejó para el final uno de los mejores goles que se han visto en el Miguel Salas en los últimos años aprovechando un fly de Moya. Fue el 34-25 definitivo, un marcador que hace justicia a lo visto en la cancha y que supone una inyección de moral para los pontanenses ante un equipo que debe estar luchando por objetivos similares a los de Puente Genil.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios