La expedición del Córdoba era poco menos que un funeral. Los jugadores fueron saliendo del estadio cabizbajos, directos al autocar. Algunos asumieron el mal trago de dar su opinión ante los periodistas, mayoritariamente clamando contra la actuación arbitral y asegurando que echarán el resto en las ocho jornadas finales, y los más afortunados se apostaron en sus asientos, resignados ante la derrota y la catarata de kilómetros que se avecinaba. Los únicos signos de alegría se dieron al lado del vehículo: charla entra Mario y su hermana, abrazos entre Juanlu y viejos conocidos por su etapa en el Almería o saludos por parte de Esteban, a quien el club cerró la puerta pese a su destacada aportación en la fase de ascenso.

"Nos mantiene vivos. Sabíamos que, de no ganar, perdíamos muchas esperanzas". Mariano Toedtli era la cara del partido; la cruz, por ejemplo, Julio Iglesias. El portero indicó que "en la segunda parte hemos tenido tres o cuatro ocasiones muy claras, pero parece ser que el balón no quiere entrar y la suerte no está con nosotros. Encima nos pitan dos penaltis en contra, y el último ya con el tiempo prácticamente cumplido. Son muchas circunstancias que cada domingo se están volviendo en nuestra contra. Hay que levantar la cabeza y seguir, quedan ocho partidos. Pero creo que, jugando lo que nos estamos jugando los dos equipos, no se pueden pitar dos penaltis tan a la ligera". Iglesias lamentó que "ahora mismo el vestuario está roto, porque veníamos con toda la intención del mundo de ganar. Creo que otra vez hemos merecido ganar, y hemos perdido un partido que para nada hemos merecido perder".

Katxorro estaba especialmente molesto con la actuación de Del Cerro Grande. El mediocentro no tuvo pelos en la lengua al manifestar que "son situaciones límite, y siempre son en contra nuestra. Hay que vivir con eso. Hemos tenido ocasiones para ganar y no las hemos metido, y al final por una decisión arbitral, no por una jugada de ellos, se llevan los tres puntos. No sabemos qué decir. Si es por méritos del contrario, te callas, te metes en el autobús y te vas. Pero cuando es mérito de una persona, eso sí duele y sí molesta, porque está jugando con el pan de mi bolsillo, el pan de mi familia. Me molesta que venga un señor y que no sea imparcial".

Por su parte, Julio Pineda tiró de una frase hecha: "Si ponemos un circo, nos crecen los enanos". "Ahora que ha terminado ya el partido, se podía dar hasta por bueno el empate, y te vas sin puntuar y yo creo que injustamente. Unos días nos toca por una cosa, otros días por otra. El equipo estaba defendiendo bastante bien y estaba bastante implicado en llevarse los tres puntos, y nos ha tocado un árbitro que ha sido capaz de pitar dos penaltis a favor del Ejido, uno de ellos ya cuando el partido prácticamente terminaba. A mí me han hecho una falta que era la segunda amarilla de Castells y no la ha pitado; tengo el taco clavado en el muslo y no ha pitado ni falta. No se puede justificar el resultado final, pero tiene mucho que ver. Cuando no es una cosa, es otra", exclamó el delantero, contrariado por el hecho de que "llevamos siete semanas sin ganar. Llevamos mucho tiempo diciendo esto y es una pena, porque el equipo quiere agradar, quiere sacar los puntos, salvarnos como sea".