Córdoba | xerez · frente a frente0/0 tiros a puerta/fuera 0/32/4 faltas a favor/en contra 1/30 goles 090 minutos jugados 90

El peso del orgullo y la experiencia

  • El cuestionado Ito tiró de galones e hizo suyo un partido trabado y nervioso, en el que supo imponer su veteranía · El joven Jorge Luque sorprendió con su juego fácil, pero se diluyó tras la roja a Carlos Calvo

Ante la adversidad y en las situaciones decisivas de la temporada, llega el momento de tirar de profesionalidad, orgullo o experiencia. Sacar el carácter que siempre se le presume a un equipo y del que tanto ha adolecido el Córdoba en gran parte de la segunda vuelta... hasta ayer. José González, en el momento crítico del conjunto blanquiverde, optó por armar el centro del campo con la pareja Ito-Acciari, frente a la bisoñez y desparpajo del cordobés Jorge Luque, la readaptación de Francis -es lateral derecho- y la testimonial presencia del talentoso Viqueira.

Con un juego rápido sobre el mojado césped de El Arcángel y dos equipos nerviosos por las urgencias de la clasificación, fue el extremeño el que mejor se supo adaptar al encuentro. Ágil en los movimientos, rápido e intuitivo en el corte de balón e incluso acertadísimo en el pase, con mucho criterio, Ito tiró de galones y, por primera vez en la campaña, dio muestra de la razón de su fichaje. Experiencia y casta para momentos difíciles y que tanto ha echado de menos la parroquia blanquiverde.

Con la gran escolta de Acciari, la pareja de mediocentros cordobesistas daban cuenta del joven Luque, otro valor de la tierra que debutaba en la ribera del Guadalquivir con la camiseta rival y al menos aguantaba con su visión de juego. Siempre que el número 15 xerecista recibía el balón, buscaba rápido a sus compañeros al primer toque, para evitar la asfixiante presión de los locales.

Ito tiró de galones al protestar un posible penalti sobre Asen en el minuto 37 al recriminar a su compañero en la medular su falta de fair play ante una posible lesión del ariete azulino Yordi. Por su parte, Luque intentaba colarse en el drama local con un par de lanzamientos de falta desde muy lejos, y alguna jugada con esa clase que demostró durante todo el encuentro. Sin embargo, la expulsión de Carlos Clavo al filo del descanso terminó por hundir al cordobés, que se vio desbordado tras la reanudación.

Mientras el extremeño se multiplicaba para hartarse de robar balones -en el 53' se adelantó a Yordi de forma impecable y en el 58' montó un gran contragolpe que Asen malogró-, Jorge Luque sólo aguantaba el chaparrón y daba cierto desahogo a su equipo.

Era tal la confianza del recuperado para la causa, que recordó a Rubén su posición en la jugada que significó la victoria cordobesista. Ito temporizó el juego y Luque esperó su oportunidad en la estrategia. Hasta el final, la figura del blanquiverde creció; el de Almendralejo acabó con suficiencia un encuentro hecho para el orgullo y la experiencia. Lo que sí tuvieron ayer los cordobesistas, cuando más se necesitaba.

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