Cuatro días después de haber cedido su primera derrota como local de la temporada, el Cajasur CBM vuelve a ejercer de anfitrión, aunque esta vez su enemigo ofrece más alternativas de éxito para los granates. O así debería ser, pues el Alarcos Ciudad Real (Vista Alegre, 12:00) aparece como un rival directo por la conseguir la permanencia.

Por si fuera poco, y a pesar de que sólo se han consumido cuatro jornadas, la necesidad es un alimento compartido, toda vez que los granates sólo cuentan con un triunfo en su casillero, por dos de los manchegos gracias, en parte, a su asalto a la pista del BM Nava, otro candidato a estar en la carrera por huir del peligro. Esa mínima diferencia clasificatoria dibuja, a priori, una batalla a cara de perro.

El duelo medirá por primera vez en la categoría de plata a dos escuadras acostumbradas a verse las caras en las últimas temporadas en Primera Nacional, pero que han sabido hacer las cosas bien a todos los niveles y se han ganado el hecho de poder competir en una categoría superior.

Escribano contará con todo su arsenal para un partido que puede resultar clave, tanto en el aspecto moral como en el clasificatorio para el futuro más inmediato de una competición que amenaza con fragmentarse pronto.