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Con la mirada en el cielo

  • Recuerdo La plantilla aracelitana quiere dedicar la victoria a los hermanos Lanza tras la pérdida de su madre Venganza El Alcalá fue el primero que venció en Lucena

Hay sucesos, ajenos a lo futbolístico, que muchas veces se convierten en el mayor acicate para un equipo. Más allá del deseo siempre imperioso de ganar, ése que invade a todo deportista antes de afrontar una competición, los latigazos que te da la vida sirven para reforzar la moral, exprimir el físico y aumentar la comunión. En esta fase se encuentra el Lucena tras el palo sufrido el pasado jueves por dos de sus futbolistas. El fallecimiento de María, la madre de los hermanos José Jesús y Dani Lanza, ha impregnado al vestuario lucentino de un ansia contagiosa de triunfo. Todos tienen en mente batir al Alcalá para dedicar la victoria a unos profesionales que, pese al duro trance vivido, han pedido a Antonio Montero formar parte de la convocatoria y estarán en el once inicial.

Pero no sólo por el deseo de brindar ese bonito gesto a sus compañeros se ha conjurado la plantilla del Lucena de cara al compromiso en el Francisco Bono. Hay muchos otros ingredientes detrás. El Alcalá fue el primer equipo que se atrevió a profanar el Municipal con un incontestable 0-2 liderado por Andrés Armada, la cabeza visible de la armada cordobesa en un club en el que son mayoría. Y es que el carpeño, con sus goles, ha enterrado la crisis que acució al bando panadero a final de 2007. Lleva cuatro semanas consecutivas marcando, lo que se ha traducido en siete valiosos puntos que han colocado a los hispalenses en la décima posición.

El Lucena está dos plazas por debajo, empujado por la victoria conseguida el pasado domingo ante el Mérida. Esa alegría acabó con dos meses de sinsabores que habían empujado al cuadro provenzal al borde del precipicio. El calendario parece dar un respiro. Pero que nadie se lleve a engaños. Ahora llega la verdadera liga para el conjunto aracelitano, que en el próximo mes dejará claro cuál es su futuro en la competición tras verse las caras con cinco rivales directos por amarrar la permanencia.

Para tratar de continuar con la senda correcta, Antonio Montero ha optado por repetir la convocatoria del duelo ante el Mérida. De esta forma, Luija tendrá que ver su segundo partido desde la grada, una cruz tras haber sido intocable durante la mayor parte del campeonato. Pero él sabe que no está bien. Y Nene ya se lo ha hecho ver. Adriano, el chico para todo en el plantel provenzal, repetirá otra vez como cierre por el costado derecho. Llegó para ocupar ese lugar, pero su polivalencia le hizo jugar en todos los sitios, menos ahí. Ahora tiene la oportunidad de perpetuarse.

No lo tendrá fácil en un campo como el Francisco Bono, con un campo casi impracticable que invita al juego directo, al balonazo continuo. Quizás por ello, Montero se atreva a repetir el dibujo táctico -con tres centrales- que tan buenas sensaciones dejó en El Rubial de Águilas pese a que el resultado no acompañó. Rezzonico está listo para volver a actuar de inicio. Ésa, si llega a producirse, sería la única novedad en un Lucena que repetirá con el mismo once que hace apenas siete días pasó por encima de un aspirante al ascenso dando una lección de efectividad.

En el Alcalá, Antonio Gil, que tiene un balance 5-0 en sus enfrentamientos particulares con Montero, tiene las bajas de Iván Fassione, lesionado, y Juanito, sancionado. Pero el preparador panadero recupera a Miguel Izquierdo para un envite en el que Fede se estrena dentro de una convocatoria. Dos nuevas amenazas cordobesas para un Lucena que estará arropado en las gradas por más de dos centenares de aficionados que esperan volver con una alegría en el cuerpo. Sería el mejor regalo para ellos y para los Lanza, dos jugadores que tendrán la mirada en el cielo...

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