Hace apenas tres semanas, el panorama no podía ser más desolador para el Baloncesto Córdoba 2016. El equipo bermellón viajaba a El Prat de Llobregat obligado a ganar para no caer al farolillo rojo de la clasificación. Y ganó. Y todo cambió. La plantilla se concienció de que sólo a base de defensa -el método Gomariz- podría salir del atolladero. Con esos mismos argumentos derrotó la pasada semana al Basquet Coruña tras remontar 9 puntos en el último cuarto. En ambos partidos, el rival no pasó de los 65. Estaba claro cuál era el camino a seguir. Pero éste obligaba a dar un paso de gigante, a tumbar a un rival enrachado que miraba de reojo la zona privilegiada de la tabla, que vive muy lejos del sótano del que desea salir el bando cordobés.

El Navarra llegaba a la cita después de vapulear al Tarragona a domicilio en una exhibición ofensiva. Pero el baloncesto, como el fútbol, se juega en los dos aros, en las dos zonas del campo, la tuya y la del rival. De ahí la importancia de encontrar el ansiado equilibrio. El BC2016 va camino de hallarlo. Ayer, de nuevo, su oponente no alcanzó los 65 puntos -se quedó en 59-, por lo que la mitad del trabajo estaba hecha. La otra la hicieron entre Ferrer y Mallory, que guiaron al Cajasur hasta esos mágicos 65 que, con Gomariz en el banquillo, son sinónimo de éxito.

El BC2016 viajó mermado por la baja del base Luis César Garrido y la duda de Ricky Sánchez, que finalmente pudo saltar a la pista. Pero eso no le impidió mantener un ritmo alto durante todo el encuentro. El equipo bermellón comenzó con mucha solidez defensiva y con mucha seriedad en su planteamiento, dispuesto a construir la victoria desde el primer minuto de partido. Se puso pronto por delante en el marcador y fue manteniendo una distancia que, no obstante, no permitía relajaciones ante un HNV que iba de menos a más.

La situación no varió sustancialmente en el segundo cuarto, si acaso fue a mejor para un conjunto cordobés que estaba anulando totalmente a un Consmetal más impreciso que en jornadas precedentes. Eso provocó que la ventaja de los visitantes se colocara en el entorno de los diez puntos, una renta que obligaba a los navarros a asumir más riesgos en su juego, lo que se tradujo en mayores errores en el tiro y pérdidas de balón constantes.

En el tercer periodo, las cosas continuaban rodando muy bien para los pupilos de Rafa Gomariz, que lograban mantener la ventaja en los diez puntos, a pesar de los intentos del conjunto local por tratar de meterse en el partido. Pero el mal día de Ott en el perímetro dejó muy solos a Iñaki Narros y Eddie Cage.

Los navarros lograron reducir la diferencia a duras penas en el último periodo, pero el BC2016 seguía mostrando mucha solidez defensiva y consiguió administrar la renta con maestría para firmar un gran triunfo a domicilio que le permite tomar aire y despegarse sensiblemente de los últimos puestos de la tabla.

62,3