José González se hizo un buen profesional gracias al que el domingo será su contrario en el banquillo del Elche. El carismático David Vidal ha dirigido casi toda la carrera del que fuera delantero gaditano. En Cádiz y en Vallecas, José y el gallego compartieron muchas aventuras deportivas.

Aunque, eso sí, el ahora entrenador del Córdoba no se estrenó de la mano del gallego. Fue Manolo Cardo quien le hiciera debutar en Primera en un Cádiz-Espanyol el 2 de noviembre de 1986. José jugó diez minutos entrando por el veterano Conde.

Sin embargo, esa temporada la acabó en el banquillo Vidal, que sustituyó a Milosevic para obrar el milagro de la salvación. Y fue el bigotudo quien le hizo estrenarse como titular en esa categoría, dándole esa alternativa en los dramáticos partidos de ese final de Liga a pesar de sus 20 añitos, y compartiendo punta de ataque con  un  tal Mágico González.

José, por eso, no puede sino guardar un recuerdo entrañable de Vidal: “Fue entrenador mío en el juvenil, en el filial y subí al primer equipo cuando él estaba en el filial. Y también me dirigió en el Rayo, por eso le conozco muy bien y le tengo mucho aprecio”.

El ahora director técnico del Córdoba destaca sobre todo de quien será su opuesto en el otro lado del tablero del Martínez Valero que “tiene una trayectoria muy dilatada, mucha experiencia y conoce muy bien todo lo que es fútbol”. Eso sí, con todos los respetos, no quiere José que le consideren discípulo de Vidal: “Yo soy más de otro estilo de entrenadores, pero no por ello mejor ni peor. A la gente joven nos gusta trabajar de otra forma. Pero él tiene mucha experiencia desde luego”.

El Elche ya no se juega casi nada en la temporada (en lo deportivo, por supuesto, en lo económico ni se sabe), por eso resulta tentador pensar en alguna llamada entre dos viejos colegas de profesión para pedir que no gripen el motor para llegar a una meta imposible. Que sus jugadores no se dejen el alma por tres miserables puntos. Pero no, José no lo ha hecho. No se ha comunicado con Vidal ni se le “ocurriría, porque quizás fuese peor. Somos profesionales y cada uno lleva lo suyo”.

Precisamente es ese apartado, el de la profesionalidad, el mejor recuerdo que tiene José de Vidal: “Por él nos hicimos profesionales. Cuando éramos chavales ya nos exigía esa mentalidad. Nos decía que por encima de la calidad está el comportamiento. Así que los de salimos del Cádiz en esa época siempre hemos sido gente que nos hemos tomado el fútbol en serio”. Y eso que“no es fácil trasmitir la profesionalidad. Cada día es más difícil”. Y el domingo un nuevo abrazo sellará una indeleble y entrañable relación deportiva.