Balonmano l División de Plata

"Era una gran oportunidad"

  • El Córdoba BM presenta un proyecto de continuidad y descargado de toda presión

"Era una oportunidad que se nos ha presentado y no podíamos dejarla escapar. Ni lo buscábamos ni estábamos desesperados, pero nos surgió". Así resumía Antonio Reyes el desembarco del Cajasur en la División de Plata tras intercambiar sus derechos con el Aldemar malagueño. El director deportivo del club granate acompañó al futuro presidente Juan Pablo Gisbert y al entrenador Pepe Morales para explicar los pormenores de un acuerdo que permitirá que el balonmano profesional desembarque en Córdoba.

Gisbert incidió en que la plaza "no ha costado un duro", porque "de otra forma no hubiéramos podido". Porque aunque el Aldemar llevaba semanas intentando vender sus derechos, la falta de comprador y la oferta del Córdoba BM de ofrecerle su puesto en Primera Nacional fueron suficientes para que los malagueños dieran "a última hora" un giro a las negociaciones, que se cerraron el lunes con la firma del acuerdo a expensas de que la RFEBM dé el visto bueno.

El próximo presidente del club granate avanzó que, gracias a los apoyos de CajaSur y el IMD, más la entrada en los programas de becas de Deportia y el Plan Estrella, "podemos dar el salto, aunque sin tener aún cerrado el presupuesto", que estará entre los 250.000 y los 300.000 euros.

Otro de los factores que empujaron al club a lanzarse a la aventura es que "no tenemos que modificar la plantilla", como apuntó Antonio Reyes, ya que "el mismo bloque que iba a jugar en Primera Nacional jugará en DHB". Ya en la planificación para la próxima campaña, el club buscaba en el mercado un pivote, un portero y un lateral derecho zurdo, puestos que siguen siendo las necesidades de un bloque que estará bajo las órdenes de Pepe Morales. En apenas unos meses, el técnico pasará de entrenar juveniles al equipo de División de Plata, un reto para el que se siente "preparado, ilusionado y respaldado por todo el club. Sé que es un salto muy grande y que la presión no será la misma, pero ahora mismo, y sabiendo que Antonio estará siempre detrás, sí me siento preparado".

El propio Reyes no dudó en señalar que el objetivo será la permanencia, "porque si al final de la temporada tenemos un punto más que el último que desciende, será un gran éxito". De hecho, el gurú del balonmano cordobés espera una competición bruscamente partida en dos grupos, los que tratarán de ascender y los que pelearán por la salvación, "y nos duela o no, estaremos ahí". "Vamos a jugar absolutamente sin presión", incidió Reyes, porque no tenemos ningún problema en preparar el año que viene otra categoría".

Además, y en previsión de la liga privada que jugarán los cuatro equipos cordobeses de la categoría, Reyes avanzó que "uno de ellos estará arriba, pero no sé cuál. Nosotros aspiramos a la zona tranquila, y el Ángel Ximénez está fichando muy bien, pero el Prasa y el Ars, por experiencia y solera, deben pelear por estar arriba".

Finalmente, y pensando en un futuro, Juan Pablo Gisbert lanzó un reto, "porque el día en que las instituciones y patrocinadores de la ciudad quieran tener un equipo en la Asobal, lo tendrán. Este club tiene la estructura necesaria después de 30 años trabajando, asó que necesitamos menos que otros para dar el salto".

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