Lucas Alcaraz volvió ayer a Córdoba por primera vez desde su presentación la pasada semana. El técnico granadino llegó a El Arcángel en torno a las diez de la mañana y se mantuvo en las oficinas durante más de tres horas, en las que mantuvo reuniones con el director deportivo Javier Zubillaga y el secretario general Carlos Hita. Los detalles del inicio de la pretemporada, el listado de partidos amistosos y como no, los refuerzos, fueron los temas que estuvieron sobre la mesa en una jornada en la que Alcaraz comenzó a planificar sobre el terreno el próximo ejercicio.

Porque la amplia lista de bajas ha provocado que el Córdoba tenga que acudir al mercado con una amplia lista, lo que unido a las forzosas limitaciones económicas marcadas en el plan de viabilidad de la entidad, limita el margen de error a la mínima expresión. Así lo entiende Lucas, consciente de que "nuestro nivel de acierto debe ser el máximo posible". "Tenemos un marco económico muy estricto", señaló el técnico, y aunque "hay que moverse con un presupuesto muy ajustado, buscaremos que el equipo sea competitivo y coherente con los retos de la entidad para este año", que no son otros que "asentar al equipo en la categoría".

Y eso teniendo muy en cuenta las limitaciones presupuestarias y las particularidades que rodearán al mercado este verano. Por eso, Alcaraz prefiere jugar "con los tiempos que vaya marcando el mercado, que este verano serán más tranquilos", y que en gran medida determinarán el perfil, e incluso el número -aunque siempre en torno a una decena- de los jugadores que irán llegando a la plantilla. "Dependerá de la polivalencia de la gente que venga", aunque siempre con la cifra en mente de 21 o 22 jugadores.

Quizás por esa particularidad que tendrá el mercado este verano, Alcaraz incidió en que por encima de los tiempos, lo importante es que los fichajes sean "los adecuados", porque el club debe "saber manejar esa situación globalmente, y ser lo más operativo y efectivo posible dentro de ella". En todo caso, y tanto el capítulo de altas como en el de bajas, el granadino se mostró satisfecho de que todo el plan deportivo "es coherente con la situación económica", aunque no escondió que en el aspecto negativo "cuando pasas esa situación económica al mercado, es evidente que difícilmente eres primera opción". El otro problema es que el grado de acierto en las contrataciones "sólo lo sabremos en junio de 2010, cuando terminen de ofrecer su rendimiento", aunque el trabajo doce meses antes servirá para minimizar el riesgo.

Porque Lucas dejó el peso de las operaciones en manos de Javier Zubillaga, encargado de gestionar los fichajes y de habilitar las complicadas salidas de jugadores como Ito o Yordi. "Son cosas que pertenecen a la intimidad de las personas implicadas, y nunca se sabe si están avanzadas o no", apuntó el entrenador cordobesista, "porque generalmente sólo te enteras de las negociaciones cuando empiezan y cuando terminan".