Fútbol l Tercera División

Todo un equipo de 'play off'

  • El Pozoblanco desborda por completo a un inoperante Sanluqueño, al que dominó en todo momento bajo el liderazgo de Alberto, y se coloca cuarto en la clasificación

El Pozoblanco le quitó el cuarto puesto al Sanluqueño en un partido donde fue muy superior en el juego... y en el marcador. El choque prometía emociones fuertes, pues se enfrentaban dos iguales, de gran linaje, con objetivos calcados. Y no defraudó a nadie. Sobre todo a la parroquia local, que salió convencida de que los suyos pueden darle una gran alegría esta temporada.

El Sanluqueño saltó con las líneas prietas y el culo contra la pared. Pero, por arriba comenzó a tener los primeros problemas. Ya al minuto 5, Isidro avisó por alto; posteriormente, fue Tato el que tuvo dos ocasiones de cabeza. Parecía claro que el cuadro gaditano iba de presa y el pozoalbense, de cazador, pues al bando visitante le costaba salir con el balón jugado y la única vez que llegó fue en un desborde de Almendro, quien dejó sentado a Acaíñas y disparó desviado.

A diez minutos para el final del primer período, Alberto sacó una falta lateral a la cabeza de Rubén Ferradas, que estableció el primer gol de la tarde. Es su segunda diana en Liga con la camiseta blanquilla, la segunda consecutiva. El tanto espoleó al Pozoblanco, que tuvo en las botas del propio Alberto dos oportunidades más para batir a Jero antes del descanso.

Pero fue a los cinco minutos de la segunda parte cuando llegó el 2-0. Un agarrón de Moi a Ferradas dentro del área fue castigado por González Catalán como penalti. Curtido tomó la responsabilidad tras el último error de Balsera. Y no falló. Parecía la sentencia a un partido que vestía de blanco inmaculado.

A Moreno Rosillo no le quedó más remedio que cambiar de cromos y lo hizo sacando dos atacantes -Fran y Salamanca- que le dieron más ritmo al duelo. Carrasco demostró su condición de pichichi en el minuto 63, acortando las distancias al aprovechar un fallo defensivo, que le hizo ganar la posición y picar en vaselina el balón al meta Díaz. Esto resucitó a los sanluqueños, que un minuto después llegaron de nuevo al marco local con otro tiro de Carrasco.

Parecía que el Pozoblanco estaba obligado a volver a su guión de siempre, que no es otro que sufrir hasta el final. Pero no fue así, Curtido agarró un balón en el medio, vio desmarcado a Isidro y le puso un envío de oro para que el jarote conectara un tiro que se coló en la red de Jero. Tanto esfuerzo para tan poco pensaron los forasteros, quienes tiraron en ese instante la toalla. Así murió el Sanluqueño y botó de alegría el Pozoblanco, que jugó los últimos minutos a placer pensando que le esperaba una noche de sueños en puestos de play off.

No es que el Pozoblanco fuera muy guapo, divertido y atrevido en su juego -como los más exigentes esperan-, pero mejoró enormemente su imagen, reventando a un rival frágil e insustancial. El Sanluqueño llegó al Municipal con poco ánimo. Se ve que es un equipo con preocupaciones económicas más grandes que jugarse el cuarto puesto. Neva, en su choza de metacrilato, daba saltos de alegría. Motivos tiene para ello, pues quedan tres meses para el final de la Liga y el equipo sueña con el ascenso.

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