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Tres dorsales: 26, 27 y 28

  • José González da un "premio" a los jóvenes por las bajas y las molestias leves de un par de profesionales · El gaditano subraya que Acciari es el "líder" franjiverde

Con el número 26, Villarejo; con el 27, Pedro; con el 28, Javi Pérez; y con el 15, pero en el bando opuesto, Acciari. El descaro de lo desconocido frente al pragmatismo de un argentino curtido en mil batallas. Es una forma de vender el Elche-Córdoba de hoy. Como no podía ser de otra manera, José González reparó en esos nombres propios en la rueda de prensa de ayer.

El entrenador cordobesista explicó los motivos por los que la convocatoria incluye a 19 jugadores: "Hay algún futbolista que tiene molestias, no de importancia, pero ante las que creo conveniente que no tengamos ninguna sorpresa de última hora. Y, además, sirve de premio para un chaval más". Sin citar a los profesionales tocados (prohibido dar pistas), remarcó el "premio a los chavales. Lamentablemente no puede ir Pascual, aunque ya he hablado con él, pero ellos se sienten recompensados. Me llevo a tres y disfrutan de vivir un par de días con el primer equipo".

Hay canteranos que debutan a la fuerza, porque su calidad es incontenible, y otros aparecen casi por obligación. ¿Alguien se imagina un estreno por partida triple? "No van a entrar tampoco porque el partido sea plácido. Si lo necesito voy a echar mano de ellos, porque Pedro es muy competitivo, Villarejo ha crecido muchísimo a lo largo de esta semana con nosotros y Javi, en el poco tiempo que lleva, también me demuestra cositas. No los llevo por rellenar tampoco. Vienen a completar la plantilla, y aunque lógicamente si los profesionales estuvieran no viajarían, no vienen de invitados, ni mucho menos", matizó.

El pasado 4 de mayo, el Córdoba tocó fondo. La cuarta derrota consecutiva dejó al equipo a cuatro puntos de la permanencia con seis jornadas por delante. José recuerda que "jugando del mismo modo que este año nos pusimos 0-2, pero perdimos y vinimos bastante fastidiados. Aunque fue el momento del revulsivo. A partir de ahí el equipo hizo muy buenos resultados, a excepción del partido que perdimos en Gijón. Y jugando del mismo modo que este año -enfatizó, con toda la intención del mundo-. Ojalá se repita el partido del año pasado pero sepamos cerrarlo, que es lo que nos faltó. Fuimos un desastre, porque con 0-2 no se te puede ir ese partido".

El técnico pasó de puntillas por los cánticos oídos aquel día en el Martínez Valero. En un ejercicio de sadismo, la grada se divirtió a costa de un conjunto que olía a descenso. "Sinceramente tengo ganas de ganar porque son tres puntos, y me hacen falta a mí, al equipo, a la afición y a todo el mundo. Ir más allá es generar polémica y no es aconsejable. Yo respeto muchísimo a todas las aficiones. En aquel momento quizá se pudieron equivocar, a mi manera de entender, pero, como siempre decimos, que digan lo que quieran, porque son libres y para eso pagan", comentó.

Mucho ha cambiado aquel Elche con respecto al actual. Ya no lo dirige David Vidal, sino Claudio Barragán, quien "ha logrado cerrar la portería y ha hecho un trabajo defensivo mejor que el que venían haciendo anteriormente, o quizá los resultados han aparecido ahora, porque es un equipo con muchos futbolistas nuevos". José ha estudiado a un rival "con gente joven que viene de Segunda B haciendo cosas interesantes, gente veterana, y un líder en el campo que es José Luis (Acciari)". "Tuve la oportunidad de verlos en Sevilla, y ese equipo sin José Luis no es el mismo. Hay otros jugadores, pero al único que se escucha en el campo es a él. Eso es muy importante. Es un hombre clave para ellos", apostilló. En Córdoba dejó huella.

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