El peso de la lógica empujó al Cajasur a su novena victoria, la tercera consecutiva, ante un Esplugues que sigue sin coger el pulso a la competición. El conjunto granate, que contó con un Bataller excelso en la dirección, y un Teo Aguirre demoledor en la pintura, sentenció ya en el primer cuarto, al término del cual ya mandaba por 15 puntos.

El Cajasur dominó durante toda la primera parte después de un gran arranque (6-18, minuto 7). El acierto en los lanzamientos exteriores -cuatro triples en el primer cuarto- hizo que los granates dominaran claramente al conjunto catalán, donde sólo Mestres estuvo acertado en ataque. El equipo de Nacho Criado continuó ampliando su diferencia hasta llegar a una máxima de 20 puntos al comienzo del segundo cuarto (16-36).

El Esplugues reaccionó con la entrada en pista de Formento, que condujo junto a Núñez un parcial 11-0 (27-36). Pero dos triples de Garrido cortaron la resurección catalana y pusieron nuevamente tierra de por medio en el tanteador (29-46). La expulsión del entrenador local, Miki Larraz, acabó por descentrar a su equipo y hizo que la diferencia no bajara de la veintena de puntos.

El Cajasur siguió dominando el encuentro tras la reanudación con su tiro exterior y Mallory imponiendo sus 2,10 bajo los tableros (43-68). En ese momento, el Esplugues se colocó en una zona 2-3 que se le atragantó al equipo de Nacho Criado. El conjunto catalán se vio con opciones de hacer la hombrada tras bajar a 18 puntos la diferencia, pero todos sus intentos chocaron con la consistencia del Cajasur, que no tuvo dificultades para cerrar el buen partido con un holgado 75-95.