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Un compromiso siniestro

Es un día para levantar la cabeza. El Córdoba recibe al Elche con una sola idea en la mente: ganar. El empate y las dos derrotas cosechados en las tres últimas jornadas han reventado el globo de la euforia, hinchado por más de diez mil almas cuando Javi Moreno puso en la escuadra aquel libre directo contra el Castellón. Ahora el equipo está más cerca del peligro que de la gloria, aunque los números, engañosos ellos, mienten en cierta manera: su rival de hoy se mantuvo en la quinta plaza al término de la jornada 14, mientras el cordobesismo languidecía al verse rezagado, cayendo hasta la decimotercera posición. Pero entre ambos conjuntos sólo hay tres puntos de diferencia. Precisamente el botín que se pone en liza esta tarde.

Paco Jémez ha reconducido el objetivo. Ambicioso por naturaleza, se ha visto forzado a recular ante la acumulación de noticias adversas. Los resultados mandan -él lo sabe mejor que nadie- y toca dar un golpe de timón. El más significativo se producirá a babor y estribor: Arteaga empezará por la derecha -ayer no se entrenó por la dichosa gastroenteritis, aunque medio Arteaga vale más que cualquier otro entero- y Juanlu, el hombre reivindicativo, por la izquierda. El malagueño ha pasado de hablar ante los medios a hacerlo en los entrenamientos y los partidos, y Paco parece dispuesto a confiar en el dúo de zurdos para hacer daño a través de gambeteos, regates, centros y disparos cruzados. Cristian Álvarez permanece en el dique seco y Guzmán ha sido adelantado por la derecha, nunca mejor dicho.

Pierini y Diego Reyes son los únicos que han disputado todos los minutos en el presente campeonato. Ellos representan la continuidad en una línea que se verá alterada en los otros dos puestos: Dani se ha recuperado de su sobrecarga muscular -ha estado entre algodones durante toda la semana- y relega a Rubén, desafortunado en Gran Canaria, al tiempo que Aurelio completará la pareja de centrales por la sanción de Pablo Ruiz. Un sevillano por otro.

Acciari e Ito son los pivotes más utilizados por Jémez en igualdad de condiciones. Endika cedió su rol a raíz de su lesión en Tenerife y Katxorro no termina de cuajar. El de Baracaldo es uno de los dos ex franjiverdes de la plantilla, junto con Mario. El madrileño no ha entrado en la lista porque todavía no tiene confianza. También se lo pierde Javi Flores, convaleciente de su operación del quinto metatarsiano, y Antonio y Navarro, descartados por enésima vez.

Julio Pineda compartirá banquillo con otro delantero. Arthuro marcó el gol del honor hace ocho días, pero pelea por un sitio con Asen, fundamental entre líneas, y Javi Moreno. Ver al de Silla en el catálogo de suplentes por segunda semana consecutiva sonaría raro. Ha sido una semana distinta para Moreno, quien el martes se descolgó con unas declaraciones en las que instaba al club a confirmarle si cuenta con él para la próxima temporada. El límite es enero. Mal momento para sacar los pies del tiesto.

En cualquier caso, Javi tiene conquistado el corazón de El Arcángel. Es idolatrado por una afición que hoy protestará de forma simbólica contra el colectivo arbitral, al entender que los colegiados han perjudicado los intereses blanquiverdes en más de una ocasión esta temporada. Silbatos, bolsas de basura y pancartas reflejarán el malestar de la grada, sobre todo en los sectores 7 y 8 de Preferencia.

En buena medida, la rebelión viene provocada por los sucesivos disgustos que ha deparado el Córdoba al perder puntos en los últimos minutos. Pasó contra el Nàstic, y el Salamanca, y el Hércules, y el Poli Ejido. De tanto hurgar, la herida escuece. Y mucho.

El Elche planteará un encuentro trabado, sin respiro. De hecho, el combinado levantino es especialista en desmontar marcadores cuando el cronómetro da sus últimos suspiros. Por ello, es recomendable que nadie se levante de su butaca hasta que González González dictamine que la historia se ha acabado. Falta por saber si hablamos de otra novela negra o de un cuento de hadas que nos transporte a aquella época en la que éramos felices.

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