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"Estamos al 25 por ciento del crecimiento del club"

  • El octogenario mandatario blanquiverde repasa los acontecimientos vividos durante un 2007 "francamente bueno" y pide a 2008 "que nos consolidemos" · Campanero ve clave en el futuro del club la finalización de las obras del estadio

Camino de su finca de Extremadura, donde pasará unos días de descanso antes de retornar a Córdoba para pasar la Nochevieja, el presidente blanquiverde repasó algunos de los acontecimientos vividos durante el año que ahora termina y alentó sobre lo que espera de 2008. Rafael Campanero, tan amable como siempre, mostró su satisfacción por "el cambio" experimentado por el club en los últimos meses y aportó esa voz "realista" que tan bien pasea a la hora de vislumbrar ese ansiado ascenso a Primera División, porque ahora lo importante "es consolidarnos en la categoría".

Todo esto lo dice alguien que presume de ser el dirigente más longevo del fútbol español, un hombre que pasea sus más de 80 años con la ilusión de un principiante, con las mismas ganas que mostró cuando en 1956 pasó a formar parte de la directiva del Córdoba como contraprestación del traspaso del portero Vicente desde su Almodóvar natal hasta la primera entidad de la ciudad. Un cordobesista en estado puro que mantiene vivo el sueño de llevar de nuevo a la máxima categoría al equipo de sus amores.

-Quedan apenas dos días para el final de 2007, un año que le será difícil de olvidar.

-Tanto a nivel personal como con el equipo, ha sido un año francamente bueno. Ha sido un año exitoso en el que ha contribuido el alto nivel alcanzado en todos los estamentos del club.

-Esperar que 2008 sea similar es algo complicado.

-Para mí, personalmente, después de la medalla de oro, el galardón de cordobés de los cordobeses y todos los reconocimientos recibidos, no se le puede pedir más. Aún así, lo que más me ha alegrado es el cambio del Córdoba, un cambio espectacular que ha rebasado las perspectivas más optimistas a partir del ascenso.

-Hay muchos aficionados que le piden al año un nuevo ascenso, pero en esta ocasión a Primera División.

-El ascenso es una realidad que, como dicen, no se consigue cuando se quiere, sino cuando se puede. Hay que ser más realista. La Segunda División es extraordinaria para un club como el Córdoba y el año que llegue el ascenso a Primera, bienvenido sea. Pero no podemos lanzarnos a una aventura sin saber lo que hay detrás.

-Y más aún con la política de austeridad que el club se ha marcado desde su llegada.

-Ya sabes lo que pasa, que no por gastar más consigues el objetivo. Se traen nombres y lo que se consigue es un desastre económico. Este año va a ser durísimo, pero espero que todos los aficionados y los medios de comunicación, que también son muy importantes, nos ayuden a conservar la categoría. Ya el día que se pueda, buscaremos el ascenso.

-Subir a Primera sería la bomba. No hay más que ver la que se armó en la ciudad el pasado junio. Ahora que han pasado seis meses, ¿qué recuerda de entonces?

-Lo de Córdoba con este último ascenso es algo que no se puede narrar. Toda una ciudad echada a la calle, 150.000 personas aclamando al equipoý La respuesta de la afición ha sido y es extraordinaria. Estamos poniendo unas buenas bases para el futuro. Con Prasa, que está detrás, la entidad y el campo que estará en breve, el futuro es halagüeño.

-¿Habla de El Arcángel, ese estadio a medio construir que tantos debates concita?

-Lo fundamental es el campo. Hay un gran deseo en el Ayuntamiento para que esté pronto y espero que en 3 o 4 años esté terminado porque eso es clave para el futuro del club. En todos los miembros del club hay un deseo de crecer, pero hay que hacerlo en todo: en afición, en presencia femenina, que ahora mismo es del 10 por ciento, en seguir con el tema de los niños...

-Todos esos son cambios que está experimentado el Córdoba desde su desembarco.

-En el club se ha notado un cambio total. Antes sólo había fútbol y ahora la estructura es tremenda. Los ingresos van a ser muy importantes este año y en el futuro. Las cosas se están haciendo con seriedad. Ahora son 9.000 socios, que podrían haber sido más, y tenemos un campo que se llena todos los domingos.

-¿Todavía piensa que el club puede crecer más?

-Hemos llegado sólo a un 20 o un 25 por ciento de crecimiento. Nos falta tiempo para crecer porque todo necesita su tiempo. Hace muy pocos meses estábamos en Segunda B y con unas perspectivas muy oscuras y ahora estamos en Segunda División y en una posición más o menos cómoda.

-Por cierto, ¿se arrepiente de algunas de las decisiones tomadas? En la cabeza de todos está la destitución de Escalante como ejemplo más claro y polémico de su gestión por haberse producido poco después de lograr el ascenso.

-Los hombres somos hombres y humanos y todo no puede salir perfecto. Si me tengo que arrepentir es porque soy una máquina perfecta y todo lo haría bien, y eso no puede ser así. Todas las decisiones las tomamos con honradez para hacer lo mejor para el club. Aunque no sea una decisión purista y comprendida, es lo que en ese momento hemos pensado que era lo correcto. A toro pasadoý

-Lo que no me negara es que el equipo está en una pequeña crisis. Acumula una racha de siete jornadas sin ganar que empieza a ser preocupante.

-Esperemos que cambie la mala suerte de estos partidos últimos y el equipo se consolide definitivamente en la categoría.

-Habla de mala suerte. ¿Y la manida polémica arbitral?

-No hay mano negra en los arbitrajes ni nada por el asomo, sólo que en un momento oportuno nos han pitado una falta y el contrario la ha aprovechado para marcar. Si esa situación se volviera a repetir, aún queriendo, es imposible que volviese ocurrir lo mismo.

-Para terminar, pídale un deseo al año que ahora empieza.

-Lo único que le pido es que nos consolidemos bien este año, que se termine el fondo norte y se empiece el fondo sur y, sobre todo, que la afición siga creciendo y confiando en nosotros como hasta ahora.

-Que así sea.

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