El presidente del Córdoba estaba, una vez acabado el choque, más tranquilo incluso que muchos de los que vivieron el duelo en la grada. Todo gracias a su mentalización: "Me he preparado bastante bien para este partido. Me he dicho aquello de 'vamos a verlo y vamos a estar tranquilos'".

Clave fue esa calma para no echar por la borda todo lo cosechado ("no hemos perdido los nervios en toda la temporada") y para acabar con una mueca de sonrisa -no pueden todavía gozar de la felicidad completa- que debe durar una semana más: "Ahora me marcho contento aunque, lógicamente, hay que esperar aún al domingo que viene".

Cuentas. Cuentas. Todos están calculando si en la última jornada será preciso un punto, los tres... o una manita ajena. El presidente sólo mira el ábaco de reojo: "Las cuentas las vamos a echar el domingo por la noche. Ahora mismo no sirven para nada". Sobre todo porque el domingo que viene "pueden pasar muchas cosas. Podemos desde bajar con 50 hasta mantenernos con 49".

La que ya se ha ganado definitivamente (si es que no lo tenía ya asegurado desde antes) un hueco es la categoría de plata es una afición que abarrotó las gradas y no paró ni un segundo de dar calor. A Rafael Campanero no le sorprende: "Ha estado tan bien como siempre".

Pero el jerarca no quiere obviar el reconocimiento que se merece una plantilla que ha sido capaz cuatro de los últimos cinco choques: "el equipo se lo merece todo, ya que de cinco finales hemos ganado cuatro y creo que no merecimos perder en Gijón". Así que, por ellos, Campanero pide justicia divina: "El equipo no merece la suerte que está teniendo. A ver si en la última final la ganamos, que sería una proeza".

Para esa última cita aún no se sabe si el club planeará alguna forma de ayudar a desplazar a los seguidores que quieran estar hasta el final con su equipo en Anoeta: "A ver cómo responde la afición, es un viaje caro, difícil. De todos modo, por muchos que vayan, competir con treinta o treinta cinco mil es complicado. Pero estamos dispuestos siempre a negociar". Lo harán. Se lo merecen.

Por su parte, el vicepresidente Antonio Rodríguez Carretero explicaba que "todos estamos recordando las matemáticas haciendo cálculos imposibles de hacer".

Futiles sumas, ya que "el fútbol tiene esa ilógica que rompe todas las matemáticas. Lo cierto es que estamos vivos y sólo nos queda una semana por sufrir".