Atendiendo a sus logros, el año que hoy acaba ha reportado más gloria que infamia a la historia del Lucena. Los azulinos se codearon por primera vez durante sus 365 días con equipos de Segunda B y dieron la talla. La categoría se fue haciendo un buen corsé para los novatos lucentinos y, al final, terminaron el ciclo 2007-08 en un meritorio décimo puesto. Sin pasar apuro alguno para conservar la tan costosamente adquirida categoría.

Sin embargo, 2008 ha ofrecido motivos también para llorar (o casi) a los seguidores del conjunto provenzal. Acabó 2007 con la fuga del argentino Sara y la renovación del técnico Antonio Montero. Todo era ilusión en el club, máxime con la llegada del Gato Romero. "Yo no vengo a Lucena para cobrar seis meses y luego marcharme sin aportar nada al equipo", fue lo que dijo al llegar...

El mes de enero fue terrorífico. Perdieron en casa de manera consecutiva ante Puertollano (0-1) y Écija (0-2). La racha se prolongó en las jornadas 21, 22 y 23 hasta que, por fin, y ya en febrero, consiguieron vencer al Mérida por un contundente 3-0 (goles de Argüello, Juanma Ortiz y Diego Herrera).

También en el segundo mes del año llegó la triste lesión (rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha) de Juanlu. Pese a su pundonor, el capitán tuvo que colgar las botas a los 35 años y pasar a los despachos. Los Lanza tuvieron que pasar en ese mes también por el durísimo trauma de la muerte de su madre.

En el choque del 24 de febrero (victoria ante el Algeciras 3-1) el Lucena se dio a conocer ante Andalucía por Canal Sur 2. Fue el primer partido televisado para toda la comunidad de su historia.

El domingo 9 de marzo el club cerró una página de su historia. El choque ante el Talavera fue el último que disputaron en el viejo Municipal. Desde entonces y hasta la fecha están jugando sus encuentros en la Ciudad Deportiva.

Fecha importante en el año que hoy periclita fue el 22 de abril. Esa tarde, en el José del Cuvillo, confirmaron matemáticamente con una victoria trabajada (0-2) su permanencia en Segunda B. A falta de cuatro fechas aún. Firmaron, pues, una gran temporada.

Ahí se acabó lo deportivo y comenzó lo institucional. Algo mucho más complicado y oscuro. Falta de pagos, amenazas de motines, advertencias de recortes serios en los salarios...

Toda una marejadilla que culminó con la marcha de Jon Ander del sillón presidencial y la llegada, el 9 de julio, de Francisco Aceituno. De su mano también recaló como director general y deportivo del club Rafael Rojas. Los problemas económicos heredados de la gestión del vasco se plasmaron en seis demandas por fraude interpuestas en octubre. Una guerra total.

Los resultados y el divorcio entre Nene y Rojas aconsejaron primero la marcha del fichaje estrella de Anderson Costa y la marcha posteriormente del técnico el 11 de diciembre. Ahora, con Gutiérrez, se ha abierto una nueva era. Y con ella también un nuevo año.