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El Ximénez planta cara al Barça

  • Los pontanenses caen con honor en las semifinales del torneo copero, después de irse al descanso perdiendo por tres goles de diferencia

  • La mayor rotación azulgrana fue decisiva

David Jiménez, jugador del Ángel Ximénez, intenta lanza ante la oposición de Cedric Sorhaindo, del Barcelona.

David Jiménez, jugador del Ángel Ximénez, intenta lanza ante la oposición de Cedric Sorhaindo, del Barcelona. / fotos: fernando alvarado / efe

Con la cabeza bien alta. Así se despidió ayer el Ángel Ximénez-Avia de la Copa del Rey, después de caer ante el Barcelona Lassa, que cumplió con los pronósticos y peleará hoy (17:00) con el Logroño La Rioja por su quinto título consecutivo de la Copa del Rey. Los de Julián Ruiz, eso sí, pusieron en más apuros de los previstos al cuadro azulgrana, que tuvo que emplearse a fondo.

De hecho, el equipo pontanense, que el viernes ya protagonizó la gran sorpresa de los cuartos de final tras apear de la competición al Fraikin Granollers en la tanda de penaltis, tan sólo marchaba un gol por detrás en el marcador (14-13) a falta de seis minutos para la conclusión del primer tiempo. Un marcador que obligó a pedir con urgencia un tiempo muerto el preparador azulgrana Xavi Pascual, que no estaba dispuesto a repetir el calvario que sufrió en los cuartos de final, ante el Atlético Valladolid.

Pero es que ni el buen arranque del Barcelona, que a los 14 minutos ya marchaba con una ventaja de cuatro tantos (9-5), acabó con la resistencia de un Ximénez que salió dispuesto a vender lo más cara posible su más que previsible victoria. Resistencia en la que jugó un papel fundamental el lateral montenegrino Novica Rudovic, que no desaprovechó los espacios dejados por la defensa 5-1 azulgrana para perforar hasta en seis ocasiones la portería defendida por Gonzalo Pérez de Vargas. Una tarea en la que el jugador balcánico se vio beneficiado por las constantes inferioridades numéricas del conjunto azulgrana, que cerró la primera parte con un total de cuatro exclusiones, un número aparente excesivo, en un choque que no se caracterizó por la dureza.

Pero la diferencia existente entre ambos conjuntos es tan abismal que bastó que Xavi Pascual llamase al orden a sus pupilos, para que el Barcelona comenzase a distanciarse de manera definitiva en el marcador. Si tras el tiempo muerto solicitado por el preparador azulgrana, los catalanes sólo volvieron a conceder tres nuevos goles (19-16) hasta la conclusión de la primera mitad, en el inicio del segundo período la defensa barcelonista se mostró todavía más infranqueable para el conjunto de Puente Genil.

Tal y como confirman los tan sólo dos tantos que el conjunto pontanense anotó en los 13 primeros minutos de la segunda mitad, una cifra que acabó por romper definitivamente (27-18) el encuentro a favor de los azulgrana. Sequía goleadora que junto con el cada vez más evidente cansancio de los jugadores del conjunto de Julián Ruiz, un equipo que apenas puede permitirse las rotaciones, facilitó la labor de los de Xavi Pascual, que llegaron a ganar hasta por 11 goles (31-20), y pudieron vivir un plácido final de partido.

En los últimos minutos, Xavi Pascual repartió los minutos entre sus jugadores pensando en la final, mientras que el Ximénez saboreó su despedida de la Copa junto a una afición a la que ha hecho vibrar estos días.

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