HUESCa | CÓRDOBA · el otro partido

Uno-cero de madrugada

  • La expedición cordobesista sintió la hostilidad del ambiente oscense tanto dentro del estadio como fuera de él.

Una juez dictaminó el miércoles por la mañana que este fin de semana habría fútbol y una tribu de indeseables subrayó la cita en su agenda. La hinchada -si se puede llamar así a una panda de cafres- del Huesca empezó a jugar el partido de ayer de madrugada, como denunció Charles a través de Twitter: "Hoy una gran falta de respeto hacia el CCF. A las 3 de la mañana hasta las 6, la afición del Huesca no nos dejó dormir". "Delante del hotel cantando hasta las 6 de la mañana", precisó el brasileño, que no puso excusas antes de empezar. Todo lo contrario: "No pasa nada, estamos aún más motivados hoy".

El Córdoba salió con ambición, pero el criterio arbitral lo fue sacando del campo y dio alas al conjunto del orondo Onésimo -nada que ver con aquel extremo que gambeteaba con la pelota cosida a los pies-, que espanta el aliento del descenso.

Un grupo de energúmenos trató de saldar cuentas pendientes… y lo consiguió. Vándalos hay en todos sitios; en Córdoba, también. Tras el cruce de la primera vuelta (2-0), el Huesca colgó en su web oficial una nota denunciando "llamadas telefónicas exclusivamente a las habitaciones de los futbolistas azulgrana (alojados en el hotel Ayre) antes de las 7 de la mañana". Asimismo, enfatizó que "los azares del destino, o quién sabe si algo más, han querido volver a unir a este enfrentamiento deportivo un amargo episodio: baste recordar el asunto del método de consecución de entradas en El Alcoraz por parte de la afición blanquiverde con motivo del play off de ascenso, así como el hostil recibimiento al autocar de los futbolistas azulgrana en aquel partido de ida de 2007". El damnificado ayer fue el vehículo cordobesista, estacionado en la misma puerta del hotel Abba y rayado por obra y (maldita la) gracia de unos indeseables. El conductor, Cristóbal, mantenía la calma sin disimular la rabia por una canallada "para hacer daño".

Eso sí, en aquel comunicado de principios de noviembre el Huesca quiso hacer "especial hincapié en diferenciar este incidente de la lid deportiva, ya que tanto en la eliminatoria por el ascenso como en el partido del sábado, el Córdoba CF fue justo vencedor". Hay que saber ganar y hay que saber perder.

Han pasado casi cuatro años pero en el Alto Aragón no olvidan aquella afrenta, aquel regreso a la elite del equipo dirigido por Pepe Escalante. Entonces, Alessandro Pierini era el capitán; ayer, el italiano ocupó el banquillo por la sanción de su jefe, Lucas Alcaraz, que cumplió su segundo y definitivo encuentro de suspensión en un escenario siempre hostil.

No se perdieron el partido de ayer miembros de Sangre Blanquiverde (radicada en Barcelona) y Cordobamanía, dos de las peñas más fieles cuando de devorar kilómetros se trata. Se ubicaron en el Fondo Sur, aquel preñado por muchos más de 175 seguidores blanquiverdes el 24 de junio de 2007, mientras que el Fondo Norte se vio alterado en la segunda mitad por un espectador ebrio. Acudió Quique Hernández, aquel entrenador fichado por Juan Carlos Rodríguez para sacar al CCF de Segunda B que apenas duró nueve jornadas en 2005; el portero del Zaragoza Toni Doblas, sentado junto a Paco Gallardo; o Moisés, el hermano de Gerardo, el gladiador que contribuyó con sus goles y su carisma en la salvación de 2003 y a sus 39 años sigue dando guerra con La Muela.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios