Niki Tepstra prolongó el momento dulce del Quick Step al convertirse en el primer holandés que gana el Tour de Flandes desde que, hace 32 años, Adri van der Poel entró en el historial del segundo monumento de la temporada.

Ganador de la París-Roubaix en 2014, Tepstra culminó un ataque lanzado a 27 kilómetros de meta y se coronó por delante del danés Mads Pedersen, que llegó 11 segundos después, y de otro corredor del Quick Step, el belga Philippe Gilbert, ganador en 2017.

La edición 102 de la clásica belga, sin españoles, llevó a los corredores con frío y lluvia de Amberes a Oudenaarde, 267 kilómetros salpicados con 18 muros y 13 tramos de pavés.

Por primera vez los grandes clasicómanos del norte miraban a un corredor del sur, el italiano Vincenzo Nibali, que hacía su debut en Flandes después de haber ganado los dos últimos monumentos: Lombardía en 2017 y la Milán-San Remo este año. Peter Sagan, triple campeón mundial, que venía de ganar la Gante-Wevelgen y aspiraba a un segundo triunfo dos años después, era el gran favorito.

La tercera subida al Kwaremont y al Paterberg, en los últimos 20 kilómetros, sentenció. La ventaja de Tepstra superó los 40 segundos y Sagan se vio oblivado a lanzar un ataque violento a 16 de meta, y luego otro en el último muro que lo dejó solo en la persecución, pero el holandés no le dejó ninguna opción y se llevó el triunfo.