La crisis económica e institucional vivida en los últimos tiempos por el Xerez no ha sido obstáculo para que veladamente el objetivo que sobrevuela Chapín sea el de volver a Primera División. Una elite a la que ya llegó de la mano del mismo técnico que ahora dirige su camino, Esteban Vigo, uno de los artífices del milagro en el curso 08-09.

El Boquerón comenzó la temporada con un equipo sin terminar de configurar y que se completó escasas horas antes del cierre del mercado. Y no arrancó bien la campaña. Las lesiones y los malos resultados, con cinco derrotas en las siete primeras jornadas de Liga, hicieron al malagueño recapitular e incluso cambiar el sistema de juego para pasar o simultanear dentro del mismo encuentro el 4-2-3-1 con el que comenzó y el 4-1-4-1. Mano de santo. A partir de ahí, los azulinos engancharon una serie de siete fechas consecutivas sin conocer la derrota, sólo rota el pasado fin de semana por el Alcorcón.

sin balón

Con el avance de la competición ha ido mejorando el orden defensivo xerecista, pasando de encajar 16 goles en las ocho primeras jornadas, a recibir sólo siete en las últimas siete. El Xerez se encuentra más cómodo jugando a la contra que llevando la iniciativa del juego. Por este motivo, cuando se pone por delante en el marcador es un equipo muy peligroso. Dependiendo del rival, y ante el Córdoba lo hará, trata de presionar muy arriba como antídoto para frenar la salida de balón y sorprender.

La recuperación de Keita, que equilibra el medio campo jugando por delante de la defensa, y la aparición de Redondo en el eje central de la defensa junto a Iago Bouzón, han dado consistencia a la retaguardia azulina, en la que continúan inamovibles Cámara y Mendoza en los laterales.

con balón

Cuando roba el esférico, el Xerez intenta darle rapidez a sus transiciones, tratando de sorprender al contrario buscando la verticalidad de Álvaro Rey, Maldonado o José Vega, y la movilidad de su hombre referencia. Normalmente, el conjunto de Esteban aguanta el ataque rival muy replegado, por lo que inicia el juego desde muy atrás, salvo en contadas ocasiones que busca la presión arriba para robar y matar.

lo mejor

El grupo se ha acoplado definitivamente a las exigencias de Esteban Vigo, sobre todo tras poder contar con la plantilla al completo, y a un cambio de sistema que le ha llevado a reconducir la mala racha.

lo peor

La irregularidad que muestran algunos de sus jugadores claves.