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Talento de mucha altura

  • A sus 20 años, Belén Arrojo acumula ya un dilatado palmarés personal

Se llama Belén Arrojo, es jugadora profesional de baloncesto y con tan sólo 20 años ya reúne una larga colección de logros en su palmarés personal. A saber: campeona de Europa sub-16, sub-18 y sub-20, y subcampeona del Mundo sub-17; todo ello, con la selección española. En la actualidad cumple su cuarta temporada consecutiva en Liga Femenina. Su equipo es el ilerdense Cadi La Seu y lucha por clasificarse para la Copa de la Reina, objetivo que conseguirá si termina la primera vuelta entre los seis primeros clasificados. De momento, el conjunto catalán es sexto, con cinco triunfos.

La alero granadina lleva ya tres internacionalidades con la selección absoluta y estuvo en la preselección para representar al combinado nacional en los Juegos de Río. Entrenó con el resto del grupo, pero en la criba final se quedó fuera y no pudo contribuir a la plata conseguida por las de Lucas Mondelo. Dada su edad, seguro que tendrá más oportunidades de ir a unas Olimpiadas. Pese a todo, Arrojo asegura que "no se me queda la espinita clavada porque; aunque me habría gustado estar en Río de Janeiro, yo ya estaba contenta con la preselección".

Vivir un sueño como está haciendo ella requiere hacer algunos sacrificios. En su caso, tuvo que abandonar su Granada natal con tan sólo 14 años. "Irme de casa, y encima tan pequeña, fue difícil tanto para mí como para mi familia y amigos porque estás lejos de ellos", confiesa al tiempo que explica cómo esa circunstancia "te hace madurar mucho y muy rápido, ser más responsable e inteligente". Seguro que sus padres no tardaron en entender tan difícil decisión, pues ambos también saben lo que es ser baloncestista profesional.

En el presente curso, Belén Arrojo ya ha liderado parcialmente el ranking de máxima anotadora en un único encuentro. Lo hizo en la quinta jornada liguera, con 30 puntos. El récord le duró hasta la novena, cuando Debbie Ibekwe la superó por sólo una unidad. La alero asegura estar "muy contenta" aunque matiza que "siempre quiero más y por esto hay que seguir trabajando, sobre todo en los entrenos, pero también en los partidos".

A pesar de admitir entre risas que nunca se hubiera imaginado jugar en "un pueblo en lo alto de la montaña", Arrojo apostilla que "es mi segundo año aquí y estoy muy contenta". Y es que, cuenta, son numerosos los factores que llevan a una jugadora a un equipo. Entre ellos, "quién lo va a entrenar, qué tipo de jugadoras busca el míster, el contrato o si vas a tener o no minutos". Lo más difícil, reconoce, es compaginar la carrera con los estudios. "Yo lo tengo más fácil porque estudio a distancia, pero hay compañeras que están en la Universidad de Barcelona y no hacen más que encontrar impedimentos", ilustra. Actualmente cursa INEF en la Universidad Isabel I de Castilla y cuando se retire pretende enrolarse en la fisioterapia deportiva.

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