El delantero checo Vaclav Sverkos calificó de "lo mejor" de su carrera "hasta ahora" y "simplemente, un sueño" el gol que marcó defendiendo los colores checos contra Suiza (0-1) en el primer partido de la Eurocopa, disputado el sábado en Basilea, y que significó un triunfo clave para la República Checa ante una de las anfitrionas.

En la localidad austríaca de Seefeld, donde está concentrado el combinado checo, Sverkos comentó en conferencia de prensa que había albergado la esperanza de entrar en el campo un par de minutos, pero "sin contar con ello de manera continua". Sverkos salió al terreno de juego en el minuto 56, en sustitución de Jan Koller, el máximo goleador de la historia, y un cuarto de hora después marcó el gol de la victoria. Sin embargo, admitió que no quería disparar como lo hizo. "No pillé el balón directamente", sino que le resbaló por la parte lateral del empeine. "Hubo mucha suerte".

Sverkos dijo haberse sentido satisfecho antes de la Eurocopa por haber sido seleccionado. "Pero me lo gané a pulso, ya que hace dos años el fútbol no me divertía tanto", aludiendo al tiempo que jugó en el Austria Viena, en el que no marcó un solo tanto en ocho partidos. De vuelta al Banik Ostrava, fue el máximo goleador de la Liga checa, algo que le ha valido su presencia en la selección.

El gol de la suerte no fue motivo de grandes celebraciones el sábado, cuando el equipo regresó al hotel de Seefeld, explicó el delantero. Aún queda mucho trabajo por delante, aunque precisó que sí se tomaron alguna licencia: "Nos permitimos tomarnos una cerveza para celebrar la victoria, pero no soñé con el gol".

Sverkos admitió que el tanto es muy importante para la jerarquía dentro de la selección, como lo son los tres puntos que los checos se apuntaron al comienzo de la Eurocopa, lo que ha rebajado algo la presión para el resto del torneo. Ahora ya sólo piensan en el choque ante Portugal.