El Sevilla cayó ante la Sampdoria y quedó eliminado del torneo que ganó dos ocasiones consecutivas. Un adiós tan prematuro como inesperado para un equipo al que le valía el empate para seguir vivo.

La Sampdoria, a la que sólo le servía el triunfo, estableció un férreo sistema defensivo con cinco hombres, para salir a la contra. El primer susto corrió a cargo del cuadro italiano, con un disparo de Pieri desde la frontal.

El Sevilla, por su parte, dominaba el cuero, porque, en realidad, la Sampdoria se lo dejaba para buscarle las espaldas. No en vano, el primer acercamiento serio de los sevillistas al portal rival se demoró hasta el minuto 33, cuando Luis Fabiano obligó a lucirse al meta Castellazzi.

Poco después era Jesús Navas quien no atinaba para remachar un centro de Adriano. Pero, en general, el partido respondía a lo esperado, con poco fútbol vistoso y los locales esperando una ocasión para hacer daño. Cerca estuvo Sanmarco en un mano a mano con Palop. El acoso genovés era constante hasta que Bottinelli acertó con la meta sevillista tras un error defensivo.