El defensa Sergio Bustos, después de desvincularse del San Fernando, ya ejerce como jugador del Lucena tras su presentación en la tarde de ayer en el hotel MS Santo Domingo.

El jugador arriba para reforzar el centro de la zaga aracelitana, en la que se tendrá que ganar un puesto junto con Argüello, el único central que permanece de la pasada campaña, y los recientemente fichados Ocaña y Babin.

A pesar de no contar con experiencia alguna en Segunda B, el granadino tiene la confianza tanto de la dirección deportiva, como del entrenador, Antonio Montero Nene, quien, en palabras de Rafael Rojas "le conoce perfectamente".

Bustos ya estaba en la agenda del mandatario provenzal antes de llegar al Lucena, pero las negociaciones nunca fructificaron, por eso ahora sólo espera ver "la mejor versión" del jugador con la elástica lucentina.

El propio jugador, que se define como "un central alto, fuerte, no soy lento para los centímetros que ostento y técnicamente no ando mal", advierte que "el grupo IV este año será más fuerte que nunca". Aún así, y a pesar de la fuerte competencia que existe en el plantel, el zaguero no tiene complejos: "Sé que hay muy buenos centrales en la plantilla, pero ello me ayudará a crecer".

En cuanto a su salida del San Fernando, con el que consiguió ascender a la categoría de bronce, Bustos explica que en la escuadra gaditana "no estaba a disgusto, pero he preferido venir a Lucena", puesto que en el cuadro provenzal ha encontrado la confianza desde "el primer momento".

Ahora, el defensa espera agradecer dicha confianza con una buena actuación en la temporada que significará su debut en Segunda División B. Por ello, asevera que llega al conjunto aracelitano con una "gran ilusión por debutar en esta categoría", mientras que desde el club, según Rojas, se confía en que Bustos demuestre que, "como mínimo, es un jugador de Segunda B".