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Sampdoria-Sevilla (1-0): Jugó con fuego y se quemó

  • Fracaso sin paliativos del Sevilla en su torneo fetiche al caer eliminado con una triste derrota en Génova.

Son listos los italianos. Tienen que serlo cuando parecen mejores de lo que son y hacen parecer al rival peor de lo que es. La Sampdoria tiene un portero, nueve obreros y un jugador de verdad. Y no da con la tecla Jiménez en los torneos cortos, eliminatorios. Otra vez eliminado con todo (o casi) a favor con el bravo técnico de Arahal. No sabía salir a empatar, garantizaba la víspera, a su llegada a Génova. Pues lo pareció. Y a casa. No hay más vueltas. La eliminación sorpresa que en los años de títulos protagonizaban históricos clubes la encarna ahora el Sevilla. Las cosas de ser grande, diría Del Nido con cierta  razón.

El Sevilla ha sido el único equipo, salvo el Partizan (que no ha puntuado), que no ha sumado fuera de casa. Inexpugnable en el Pizjuán, en Lieja y Génova ha fracasado. Mala cosa jugártela en Italia sin opción a fallar. Seguramente lo normal es que se falle. Como en Parma, con Caparrós, a balón parado y ante un rival muy inferior. La diferencia respecto a entonces es que la Sampdoria sí tuvo ocasiones y sí mereció derrotar a tan potente rival.

No fue que el Sevilla no tenía claro dónde buscarle las cosquillas a un equipo futbolísticamente atrasado. Presionar arriba y tocar con paciencia era lo obvio y lo logró en escasas fases. Al contrario, y aunque pareciera contraproducente, la Sampdoria aceptó que el Sevilla llevara el peso para tomar aire. Un pase de Cassano y lío a la vista, y más cuando Konko se fue con molestias y el Sevilla dejó de intimidar por la derecha.

Jiménez perdió a Squillaci a última hora y apostó por ciertos retoques para dar descanso a Romaric y a Duscher. Opiniones habrá para todos, pero si te la juegas no debe descansar ni el aguador. En el frío genovés perdió todo lo que ofreció ante el Villarreal. La Sampdoria apostó por morder y mordió. El Sevilla cayó en ese juego abrupto y entrecortado en el que tan cómodo se siente un equipo italiano y no terminó de encontrar la forma de subir el ritmo, de hallar un espacio, de generar una superioridad.

Lo curioso es que el rival, que se sabía tempranamente eliminado por el resultado del Stuttgart-Standard, aguantó las prisas. Igual el Sevilla las esperaba y ahí perdió el tiempo, pero no es menos cierto que los genoveses pisaron el acelerador con descaro en el segundo tiempo y tampoco hubo respuesta sevillistas que les bajara los humos.

Por cada intervención de Castallazzi, tres de Palop. Y de gol, nada de intentos para la galería. Al margen de un buen cabezazo de Luis Fabiano y un tiro lejano de Jesús Navas, el Sevilla tuvo una única ocasión clara de gol. A cinco minutos de evitar la catástrofe, Capel se encontró un balón suelto en el centro del campo por un error local, corrió y corrió, y en lugar de enfilar el centro se fue abriendo a la izquierda para que el zaguero que reculaba se decantara por tapar el pase a Luis Fabiano y el almeriense se quedara inexplicablemente sin ángulo cruzando demasiado ante el meta local. No hubo más. Y así es imposible sobrevivir cuando sólo el triunfo garantiza la clasificación.

Encima, enfrente cada arreón era medio gol y únicamente Palop y la elevada población de jugadores sevillistas en área propia evitaron lo que se intuía. Una falta con rosca hacia adentro, no toca nadie, quizás Delvecchio haga falta a Fazio y Bottinelli empuja con el pecho en posición legal. Uno-cero y a hacer puñetas el bicampeón de la UEFA. De la forma más grosera, además, siendo totalmente infiel al fútbol que le hizo crecer y engañándose a sí mismo por observar a un trilero genovés alentado por el doble de Albano, por hacer cuentas banales con los seis puntos que llevaba y, por qué no decirlo, por dar bueno el empate cuando juró y perjuró que no lo haría.

Sampdoria UC, 1: Castellazzi; Campagnaro, Gastaldello, Lucchini (Bottinelli, 62'); Padalino, Delvecchio, Sammarco, Franceschini, Pieri (Ziegler, 46'); Bellucci (Stankevicius, 91') y Cassano.

Sevilla FC, 0: Palop; Konko (Mosquera, m.55), David Prieto, Escudé, Dragutinovic; Jesús Navas, Fazio, Maresca (Romaric, 79'), Adriano (Capel, m.67); Renato y Luis Fabiano.

Goles: 1-0 (71') Bottinelli.

Árbitro: Howard Webb (inglés). Amonestó a los locales Pieri, Bottinelli y Bellucci y al sevillista Fernando Navarro, que estaba en el banquillo.

Incidencias: Partido de la quinta y última jornada, Grupo C, de la Copa de la UEFA disputado en el estadio Luigi Ferraris de Génova.

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