Virginia Ruano y Anabel Medina saltaron de alegría cuando lograron alcanzar, en su primer año formando pareja, la final de Roland Garros, un torneo que después de 16 temporadas volverá a tener un dúo netamente español en la final.

Después de que en 1992 Conchita Martínez y Arantxa Sánchez perdieran la final contra la puertorriqueña Gigi Fernández y la bielorrusa Natasha Zvereva, el tenis español necesitaba de una pareja nueva para competir en los JJOO de Pekín, y la ha encontrado con Ruano y Medina, que entraron en la final derrotando a las primeras cabezas de serie, la zimbabuense Cara Black y la estadounidense Liezel Huber, por 6-4 y 7-6. Las españolas, que se quedaron en la primera (Ruano) y segunda ronda (Medina) disputarán el título a la pareja formada por la australiana Casey Dellacqua y la italiana Francesca Schiavone, que derrotaron por 6-2 y 6-1 a las ucranianas Alona y Kateryna Bondarenko, séptimas cabezas de serie.