Su llegada ha sorprendido a todos. Zubillaga guardó celosamente la negociación con el que, desde ayer, es su tercer fichaje para la temporada 09-10. Nadie había barajado el nombre de Ricardo Álvarez, Richi, como candidato a ocupar el primero de los huecos que, en el centro de la defensa, dejaron las marchas de Pierini, Aurelio y Pablo Ruiz.

Sin embargo, ayer, sobre las ocho y media de la tarde, saltó su nombre a la palestra. En Vigo no daban abasto para contestar las muchas preguntas que se planteaban desde Córdoba. La carrera del futbolista, según cuentan, ha estado marcada por una grave lesión: una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha que le impidió reforzar al Sevilla Atlético durante la pasada temporada. Así, Richi se tuvo que conformar con, una vez recuperado, emplearse a fondo con el filial del conjunto céltico.

No lo hizo nada mal. Pese a la dura competencia en su demarcación siempre gozó de la confianza de su técnico Alejandro Menéndez. Con el Turista -heterónimo de la segunda escuadra olívica- estuvo a punto de entrar en play off de ascenso a Segunda.

Para su sorpresa, el defensor fue uno de los cinco canteranos descartados el 15 de junio pasado para la próxima temporada.

El gallego, dolido, comentó entonces que "el entrenador del primer equipo me dijo que contaba conmigo, pero parece que no se valora su opinión". Por tanto, parece que fue el criterio del nuevo director deportivo céltico, Miguel Torrecilla, el que se impuso al de Eusebio Sacristán.

Eso ya es pasado. Ahora Richi se muestra muy ilusionado con la nueva oportunidad que le brinda el destino. La que le da, precisamente, el nuevo equipo al que se ha enfrentado siendo jugador de Segunda. Fue el 26 de agosto de 2007, en Balaídos (1-1). No fue el mejor de los estrenos, según recuerda: "Stoichtkov me puso de lateral zurdo y yo siempre juego de central. No tuve un buen día, aunque ahora me resulta gracioso que vaya a jugar allí".

Porque el vigués está muy ilusionado por vestir la camiseta del Córdoba, pero también "con miedo, porque siempre he jugado en el Celta, aunque me han hablado muy bien de la ciudad".

También tiene ganas Richi de demostrar "lo que se pierden en Vigo". Concretamente, y según periodistas locales, "a uno de los jugadores con mayor proyección de la cantera". Un jugador que, después de superar su lesión, "se convirtió en una referencia" y al que pretendían Cádiz y Las Palmas (al igual que Pontevedra y Racing de Ferrol, de Segunda B). Un pelotero, en resumidas cuentas que "con el filial se ha salido pero aún tiene que demostrar que puede ser válido en Segunda".

"Llegaré el viernes o el sábado, aún no lo sé", relataba a el Día un todavía emocionado jugador. Ahora tendrá que embalar recuerdos y empezar a crearse unos nuevos. Unos que le vinculan a un equipo que, como él, tratará de crecer después de haberlo pasado mal. De momento, llega con el aval de sus ganas y con una estadística que no puede ni quiere esconder el de Breogán: "Desde que empecé a jugar tras mi lesión en el filial no perdimos ningún partido".