El Real Madrid recuperó el pulso de la Liga sostenido por el talento y la inspiración de Robben y evitó un negro cierre de año, paliado con un sufrido triunfo ante el Valencia, que no decayó a pesar de jugar la última media hora con un jugador menos por la expulsión de Marchena.

Robben se hizo notar desde el principio. La primera ocasión en la que tuvo el balón controlado, la primera en que encaró, sorteó a dos defensas. Asistió a Higuaín, que lanzó fuera del alcance del meta Renan. El undécimo tanto del argentino encarriló la situación para el conjunto blanco.

Del exterior holandés fue la segunda aproximación seria de los locales. No buscó el pase, sin embargo, y su disparo fue adivinado por el portero brasileño. Con las bandas activas, Van der Vaart también se sintió a gusto. La ausencia de Raúl del once inicial, mermado por una gripe, permitió al holandés ocupar la segunda punta.

Ocupó más campo el Valencia después. Buscó más a Joaquín, que cuestionó la solvencia de Drenthe y Marcelo. Baraja y Fernandes adelantaron sus líneas. Mata se dejó ver en una falta que se marchó fuera por poco y Villa en un remate que desvió Casillas. Antes, sin embargo, el Real Madrid pudo ampliar su renta con una jugada magistral de Robben. Villa marró dos claras oportunidades antes del descanso.

El partido perdió el orden agitado por el Valencia, que se animó en cuanto comprobó la falta de compostura de su rival en defensa. Fernandes dio el primer aviso en el arranque de la segunda mitad y Villa, con un tiro que dio en el palo, el segundo. Salió crecido el Valencia, convencido de salir airoso del Bernabeu. El empate se vio venir cuando Casillas detuvo a bocajarro un remate de Baraja. Pero la expulsión de Marchena, que midió mal una entrada a Robben, descompuso la reacción valencianista.