Fútbol sala l División de Plata

Protesta ante el nuevo mapa

  • El Maderas Pérez expondrá ante la LNFS su descontento por la configuración de los dos grupos · Sendos viajes a Valencia y Canarias multiplicarán los gastos

La forzosa reestructuración de la División de Plata después de que sólo 24 equipos cumplimentaran su inscripción en el plazo establecido no ha sentado bien en el seno del Maderas Pérez de Bujalance, que se siente perjudicado por la más que probable configuración de los grupos.

Esa división -que ya fue estudiada la pasada semana por la junta de gobierno de la LNFS y que será aprobada la próxima semana por la asamblea de la Liga- provocaría que el grupo Sur perdiera a los conjuntos madrileños que formaron parte la pasada campaña en favor de los levantinos -Armiñana y Politécnica de Valencia-, lo que aumentaría la distancia y dificultad de los desplazamientos.

Además, este grupo recogería a los dos equipos canarios (Gáldar, que ya compitió el curso pasado, y Lanzarote), lo que sumaría un gasto en desplazamientos que en Bujalance estiman en no menos de 15.000 euros extra. El dato es aún más sangrante ante el hecho de que la próxima temporada no habrá ningún representante balear en la categoría, por lo que los costes serán muchísimo mayores que en el grupo norte.

"Voy a exponer mi queja, aunque no sirva para nada", lamenta el presidente del conjunto bujalanceño, Miguel Pérez, que al menos expondrá su rechazo al nuevo reparto en una asamblea que se celebrará el próximo viernes en Madrid.

Por otra parte, e independientemente del coste económico, también es cierto que probablemente el grupo sur será algo más sencillo que el norte. Así, el Maderas -que la pasada campaña ya acarició la clasificación para el play off de ascenso- evitará cruzarse en la primera fase con equipos del potencial del Burela, Bilbo, DKV Zaragoza (ex División de Honor), Talavera y Salou, que harán plantillas muy competitivas para dar el salto de categoría.

Más allá de la distribución geográfica de los equipos, el otro aspecto que no termina de convencer a casi nadie es el sistema de competición. En principio, se disputará una primera fase a doble vuelta con 22 jornadas que comenzaría a principios de septiembre y que acabará el 7 de marzo. Los seis primeros de cada grupo se clasificarán para la fase de ascenso y los seis últimos la fase de descenso. La fase de ascenso se disputaría de nuevo con dos grupos formados el primero, tercero y quinto del grupo A, más el segundo, cuarto y sexto del grupo B. Así, se formarían dos grupos de ascenso, en los que el primero de cada uno de ellos lograría el ascenso directo a División de Honor. Este modelo de competición es el único que asegura terminar la competición en torno al 30 de mayo, alargando una temporada que en caso contrario terminaría demasiado pronto.

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