Diez minutos desastrosos echaron al traste el excelente trabajo realizado por el Cajasur Córdoba 2016 en Gijón, donde llevó controlado el encuentro durante tres cuartos antes de naufragar ante un rival directo en la pelea por la salvación. Un parcial 30-14 en el último acto acabó con las esperanzas del equipo bermellón, que entró en esos fatídicos diez minutos finales con el encuentro ganado (53-64) y su rival al borde del abismo. Pero todo un cúmulo de errores, precipitaciones y situaciones de lo más diverso le dieron la vuelta a un marcador que deja a los bermellones demasiado cerca de la zona de peligro. Fue, como diría Tim Burton, una pesadilla antes de Navidad.

Ni la despedida de Ricky Sánchez sirvió como estímulo para un equipo al que de nuevo se le olvidó ganar, incluso cuando más fácil lo tenía. Si el adiós del puertorriqueño ante su afición el pasado viernes fue triste, su último partido como bermellón tampoco hará que se le eche en falta. Con apenas seis puntos y un par de rebotes en 20 minutos, otra vez cargado de faltas y con unos malos porcentajes de tiro (2/7 en total, con 1/5 en triples), el boricua se despidió del equipo cordobés con una valoración de -3.

La ansiedad, los nervios, el miedo... Todo se unió en un akelarre de brujas que se confabularon en diez minutos malditos para acabar con las opciones de una victoria que, hasta ese momento, era más que merecida. Porque desde el inicio, el BC2016 se metió en el partido, consciente de un triunfo en Gijón podría abrir un hueco definitivo con la zona baja.

Por eso, a pesar de que el Gijón sorprendió con Bonds y Sergio Rodríguez en el cinco titular -el club había anunciado que ambos serían baja ante el Cajasur-, el equipo de Gomariz respondió con fuerza a cada golpe de su rival en un primer cuarto de constante intercambio de golpes. Así, pese a que los asturianos intentaron romper el partido por la vía rápida (12-2, min. 3), el Cajasur reaccionó con un parcial 3-15 que le permitió llegar al final del primer acto con ventaja (22-24). La tónica cambió en el segundo acto y la batalla pasó del campo abierto a las trincheras, con defensas más fuertes y ritmos más bajos. Pero el Cajasur también se amoldó a esa situación y llegó al descanso con una mínima pero esperanzadora ventaja (37-40).

En la reanudación, el cuadro bermellón jugó sus mejores minutos, con Ferrer y Garrido martilleando el aro local y Mallory imponiendo su altura en la pintura. Con un parcial 0-10 de salida, una defensa feroz y un ataque diversificado, el Cajasur alcanzó la barrera de los diez puntos y entró en el último periodo con una renta (53-64) que parecía encarrilar definitivamente el encuentro. Sólo los triples de Suárez y Bonds permitieron a los locales mantener sus opciones.

Entonces llegó la debacle. Dos triples de Rodríguez metieron al Gijón en el partido, aunque el Cajasur aguantó el tirón con Ferrer al frente (63-71). Parecía que la victoria no se podía escapar, pero el acierto en los tiros libres del Gijón (20/23 en todo el partido) y las precipitaciones cordobesas en los minutos finales acabaron sellando una durísima derrota.