Fútbol l Primera División

Paso al frente del Atlético

  • El conjunto rojiblanco doblega sin despeinarse al Espanyol

El Atlético dio un paso importante en sus aspiraciones para lograr una plaza en la próxima edición de la Liga de Campeones tras derrotar a un inoperante y deprimido Espanyol, que se despidió de sus escasas opciones europeas. Agüero y Forlán se bastaron para sonrojar a un equipo que, salvo en los primeros minutos, nunca dio muestras de estar capacitado para llevarse el triunfo. Los blanquiazules confirmaron, un partido más, que la Liga se les está haciendo demasiado larga.

El Atlético intentó sacar provecho de la experimental defensa del Espanyol con David García en el eje central. Forlán fue el primero en intentarlo con un remate lejano, aunque la ocasión más clara la tuvo Agüero, que sorteó a cuantos rivales le salieron al paso, pero su compatriota Zabaleta evitó el gol. El conjunto de Ernesto Valverde mostró sus habituales carencias en la distribución y se encomendó a las internadas por banda de Riera, consiguiendo equilibrar un encuentro que había comenzado con un ligero dominio rojiblanco. En esta fase, incluso Clos Gómez no sancionó con penalti unas manos de Pablo.

No obstante, las buenas sensaciones transmitidas por el equipo espanyolista se fueron al traste en cuestión de cinco minutos. Agüero avisó con un remate de cabeza que Lafuente despejó con apuros a córner. El argentino no perdonó en la siguiente acción y, aprovechando un clamoroso error de la defensa, anotó sin oposición.

El nerviosismo se hizo presa de un Espanyol que no supo digerir el primer contratiempo del encuentro. Pero los males del conjunto blanquiazul no terminaron aquí, porque en el siguiente ataque de los visitantes Forlán aprovechó un mal despeje de Lafuente para ampliar la ventaja.

El equipo de Javier Aguirre jugó a su antojo y pudo hurgar más en la herida espanyolista si Luis García hubiese sabido culminar una contra perfectamente conducida por Forlán y Agüero, que se movieron con una suficiencia bárbara entre una defensa catalana que naufragaba.

La desesperación se apoderó de buena parte de la parroquia local. Incluso el sector más activo de la afición arremetió contra los jugadores antes de abandonar su localidad, cansada de los malos resultados del equipo en la segunda vuelta. El divorcio entre la grada y el equipo quedó patente. Y mientras, el Atlético se frota la manos.

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