Fútbol l Tercera División

Pasión y orgullo en Los Pedroches

  • El Villanueva, líder destacado de la categoría, recibe a un Pozoblanco plagado de ex pese a la baja de Tato que quiere dar el golpe para seguir en zona de 'play off'

Pasión, orgullo, duende. Todo eso y mucho más esconde el enésimo derbi pedrocheño que enfrenta esta tarde al Villanueva y al Pozoblanco. Es el partido con mayúsculas, una cita que tiene paralizado a todo el Valle de los Pedroches. No es para menos. A la consabida rivalidad entre los vecinos se une en esta ocasión el interés de la clasificación. Ambos llegan a la cita en puestos de play off e inmersos en dos rachas espectaculares. ¿Alguien da más?

Pues sí. La ración de morbo, esa salsa que tanto gusta en el fútbol, la pondrán los ex jarotes que hoy saltarán al campo vistiendo la elástica blanquilla del Pozoblanco. Tato, sobre el que iban a estar dirigidos casi todos los focos, se ha caído definitivamente de la lista al no superar su rotura de fibras. Así, el esperado reencuentro del ex capitán rojillo con su ex equipo tendrá que esperar a mejor ocasión. También será especial el duelo para Isidro, otro jarote que ha encontrado acomodo en el eterno rival junto a Salva, Aguayo y Marín.

No serán los únicos protagonistas. Muchas miradas irán destinadas también para Rafa Carrasco, el último gran jefe del vestuario del Pozoblanco -lo dejó quinto en el curso 2004-05, el del ascenso del Villanueva-, que hoy dirige los designios del bando rojillo. El curso pasado no pudo obrar el milagro de la permanencia en la categoría de bronce, pero este año ya ha impuesto su estilo sobrio, sólido como una roca. Ahí están las 13 jornadas que lleva sin perder un equipo que hoy tendrá las bajas por sanción de los argentinos Elvio, Mazzina y Diego Romero. Menos mal que la recuperación de Baby, Miguel Ortiz, Picón y César Otero -sufrió un fuerte esguince de tobillo en el último entrenamiento- alivian un tanto la enfermería del cuadro rojillo, que llega con lo justo a la cita.

Pero el Pozoblanco también anda de dulce. José Antonio Neva ha encontrado en la dupla Pablo Niño-Curtido su pareja letal y el equipo suma diez semanas sin caer. Para hoy mantiene aún la duda de Aguayo toda vez que la presencia de Tato quedó descartada el pasado viernes.

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