balonmano fase de ascenso a liga asobal

El Pandero anhela verlos volar

  • El Ars de Palma del Río arranca ante el Alcobendas un fin de semana que espera finalizar con su regreso a la élite

  • Los madrileños son un rival que se les atraganta a los palmeños

Víctor Montesinos da órdenes a sus jugadores durante el entrenamiento previo realizado ayer en El Pandero.

Víctor Montesinos da órdenes a sus jugadores durante el entrenamiento previo realizado ayer en El Pandero. / clubars

El sueño de todo un pueblo y un club humilde pero ambicioso como el Ars se pone en juego en apenas 48 horas, con El Pandero como escenario de lo que debe ser a partir de las 19:00 de la tarde de mañana la gran fiesta del balonmano cordobés. Ese es el anhelo tanto de jugadores, cuerpo técnico, directivos, como de la afición de un Ars que durante todo el año han peleado en lo más alto de la clasificación y que se ganaron por derecho propio la opción de organizar la fase de ascenso en casa. Un factor que debe ser determinante, porque de hecho suele serlo y ya se demostró el año pasado cuando el Bidasoa Irún conquistó una plaza en la Asobal ante su gente. ¿Por qué no va a conseguirlo el Ars ante su gente? Desde luego, tanto en la pista como en la grada, habrá motivos de sobra para confiar en los de Víctor Montesinos, que además llegan con la experiencia fallida del curso pasado, algo que a buen seguro servirá para afrontar con mayor calma una cita tan trascendental.

Y eso que el primer escollo de los dos que el Ars debe superar para celebrar su retorno a la élite es bastante duro. Porque en la semifinal que abre la fase en El Pandero, los palmeños se miden al Alcobendas (18:00), el único equipo que ha derrotado a los de Víctor Montesinos en los dos partidos de la liga regular. El cuadro madrileño asaltó la pista de Palma del Río en la primera vuelta del campeonato por la mínima (22-23) y se impuso con claridad en la suya (30-25). Un mal presagio que hoy debe quedar en nada, porque el momento crucial de la temporada ha llegado y ahora los precedentes deben servir para poco.

La férrea defensa y el factor pista son las bazas de los palmeños ante su bestia negra

Eso sí, al menos el Ars ya sabe que no puede bajar el pistón ni un segundo ante un rival que se metió en la fase de ascenso como sexto clasificado (gracias a la presencia del Barcelona B como tercero), con un balance de 15 victorias, seis empates y nueve derrotas, pero que tiene en el ataque su mejor baza. De hecho, los madrileños acabaron la temporada regular como el tercer conjunto más goleador, con 842 goles anotados. Sólo el Teucro, que ató el ascenso a Asobal por la vía rápida, y el Cisne Colegio Los Sauces marcaron más goles que el Alcobendas en los 30 partidos que duró el campeonato en la División de Honor Plata.

Esos números contrastan con los del Ars, que ha vuelto a caracterizarse por ser una de las mejores defensas, concretamente la segunda, de la competición. Sólo el Zamora, que encajó 689 goles, ha dejado su portería más resguardada que el conjunto palmeño, al que le hicieron 710 tantos durante el curso. Los de Montesinos llegan a la fase avalados por esa gran intensidad que imprimen a los partidos desde atrás y con el apoyo de su afición el muro palmeño debe crecer un poco más.

Los 30 partidos de esta larga temporada han servido al Ars para constatar que es el favorito al ascenso. Sólo el Teucro -un histórico del balonmano nacional que poco a poco está recuperando su sitio entre los grandes- firmó mejores registros que un equipo que ganó la friolera del 70% de sus partidos, con un envidiable balance de 21 victorias, un empate y sólo ocho derrotas. De hecho, de los tres rivales que pelearán desde hoy con el Ars en esta fase de ascenso, sólo el Alcobendas fue capaz de derrotar a los palmeños, que doblegaron tanto en la primera como en la segunda vuelta al Zamora y al Torrelavega.

Esa superioridad demostrada durante la fase regular de la competición hay que refrendarla ahora en una fase de ascenso que abarrotará El Pandero, que se ha quedado literalmente pequeño ante la ilusión de Palma del Río por volver a ver a su equipo en la élite del balonmano nacional, cinco años después de su única experiencia en la máxima categoría. El sueño de disfrutar de un derbi provincial cordobés en la Asobal está más cerca. Quedan apenas un par de pasos para lograrlo y todo el pueblo de Palma del Río ayudará a sus jugadores a volar. El ascenso no puede escaparse de El Pandero.

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