Cada 15 días, el Municipal de Lucena se viste de gala, se engalana para vivir una fiesta de buen fútbol, ése que le da un equipo ansioso de seguir creciendo que anda sobrado por una categoría que conoce apenas desde hace tres meses. Se ha adaptado rápido. No parece un novato. Es más, incluso puede presumir de ser el equipo que menos ha hincado las rodillas en el grupo IV en el primer tercio del campeonato. Por eso ahora los rivales lo tratan como a un noble. Lo estudian con mimo. No se fían ni un pelo de él y salen con la clara intención de no dar la más mínima ventaja en defensa.

Con los conceptos bien claritos se presenta hoy el Portuense. El equipo gaditano ha empezado a resucitar de su mal inicio liguero con la llegada de Carlos Orúe al banquillo. Los éxitos recientes de José Luis Burgueña no fueron suficiente aval para mantenerlo al frente de una plantilla que ha perdido el factor sorpresa que la pasada campaña le permitió alcanzar la fase de ascenso pese a ser su primer curso en la categoría.

Precisamente, igualar ese registro es el objetivo ambicioso de un Lucena sin límites. Sólo la falta de respaldo social que el pasado jueves demandó el presidente Jon Ander durante la asamblea general del pasado jueves puede hacerle cambiar de retos. Pero eso ahora mismo parece difícil. Sobre todo por el carácter y la actitud que viene mostrando una plantilla escasa de recursos, pero terriblemente competitiva. Hoy tiene una nueva prueba de fuego para demostrar su valía: Antonio Montero sólo tiene a 18 hombres disponibles... Bueno, 17, porque el argentino Juan Manuel Sara se entrena, pero no cuenta. Se le busca salida desesperadamente.

Las bajas por sanción de Dani Lanza -vio se segunda roja de la temporada en Marbella-, Adriano y Pineda dejan con pocas alternativas a Nene. Parece claro que Rafa Berenguer y Sergio Iglesias serán los recambios de los dos primeros, habituales en las alineaciones del cuadro provenzal. Sin Pineda, el ataque queda claro: otra vez la apuesta por la rapidez y la movilidad de Velasco, Guille y Cabello.

Con esos mimbres, el Lucena tratará de enganchar su novena semana sin perder... y, de paso, alcanzar los puestos de play off de los que ahora le separan un punto. No será fácil ante un rival al alza que, eso sí, llega sin su meta titular: Wilfred, sancionado.