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Media vida en Vallecas

  • Tras dos derrotas que han reducido el margen de error al mínimo, el Córdoba busca la sorpresa en el feudo del líder para reforzar sus opciones de lograr la permanencia

A falta de cuatro jornadas y con cuatro puntos de déficit tras acumular dos derrotas consecutivas, el cordobesismo es consciente de que hoy se juega media vida en Vallecas, el hogar del líder de la categoría, un Rayo que camina con firmeza hacia la élite tras un par de temporadas teñido de plata. Con esos condicionantes, los blanquiverdes admiten que tendrán que hacer un partido prácticamente perfecto para tratar de sacar algo de un estadio caliente en el que habrá lugar para medio millar de valientes cordobesistas que mantienen intacta la ilusión por hacer posible el milagro de la permanencia. Y eso no es poco, después de meses y meses en los que hablar de fútbol era un calvario. Ahora sólo queda dar, entre todos, el empujón definitivo para convertir en real lo que durante tanto tiempo fue un sueño. Y a ganas, difícilmente alguien pueda con este renacido Córdoba.

Ni siquiera los dos últimos tropiezos han mermado la moral de un equipo y una afición conjurados para conseguir la salvación, que indudablemente se ha puesto más complicada que hace apenas un par de semanas, por errores propios, ajenos, y aciertos del contrario. Es el crédito que se ha ganado el CCF en los últimos cuatro meses, en los que ha pasado de estar desahuciado a ser un rival más en la pelea por la supervivencia. Y eso lo ha logrado, entre otras cosas, gracias a una comunión y una fe inquebrantables que ahora no van a desaparecer, por muchos obstáculos que aparezcan en mitad de la travesía.

La victoria del Barça B en Gijón hace que el CCF pierda un puesto e inicie el partido antepenúltimo

De momento, el Córdoba saltará al terreno de juego de Vallecas como antepenúltimo clasificado de la Liga 1|2|3, después de verse superado ayer por el Barcelona B, que dio la sorpresa en Gijón (2-3) ante otro candidato al ascenso a la máxima categoría. Sin embargo, ese resultado, que para muchos puede ser un palo gordo por su primer reflejo en la tabla, debe tomarse como un aliento más para encarar con ánimo la batalla ante el Rayo. Y es que del mismo modo que el Lorca volvió a crecerse el viernes ante un conjunto de play off como el Numancia, el éxito azulgrana cuando su horizonte era más negro deja claro que no hay lugar para imposibles en una categoría tan igualada como esta Segunda División.

Con todo, a nadie se le escapa que quizás sean Vallecas y el Rayo la peor combinación posible a estas alturas del curso para buscar la heroica. Los franjirrojos son el equipo con más victorias (20), con menos derrotas (5), el más goleador (65) y el mejor de la segunda vuelta del campeonato (38 puntos, sólo uno menos de los que el CCF ha sumado desde que arrancó la temporada). Ahí es nada. Pero eso no es más que una motivación extra para un equipo concienciado de que tiene que mejorar sus prestaciones, sobre todo en las labores defensivas, para tratar de salir con algo positivo del hogar de un líder que ya hace cuentas para cuándo podrá celebrar su retorno a la élite, más si cabe tras el descalabro del Sporting ayer.

Encerrado durante los últimos días, como viene siendo habitual casi desde la llegada de Sandoval al banquillo blanquiverde, queda por ver qué planteamiento e idea de juego elige el entrenador de Humanes en su vuelta a casa para intentar bloquear la maquinaria ofensiva vallecana. Todo un reto, más si cabe por la ausencia, por sanción, en el centro del campo de un Edu Ramos intocable. ¿Volverá a jugar con una línea de tres centrales? ¿Blindará la medular con la idea de contrarrestar la habitual superioridad rayista en esa zona ancha? ¿Cuál será la habitual sorpresita de cada semana? Todas esas preguntas, y a buen seguro que alguna más, empezarán a desvelarse a eso de las cinco de la tarde, cuando el medio millar de aficionados cordobesistas comience a tomar asiento para ayudar desde fuera a este Córdoba valiente en su camino hacia el milagro. Quedan cuatro capítulos, pero hoy en Vallecas hay media vida en juego.

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