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Lakers-Knicks (116-114): Los Lakers se sobreponen a la baja de Gasol

  • A pesar de la baja por faringitis de Pau Gasol, los Lakers han sumado su décima victoria consecutiva en un intenso partido frente a los Knicks liderados por Nate Robinson, autor de 33 puntos.

A pesar de la baja por faringitis de Pau Gasol, los Lakers de Los Ángeles sumaron su décima victoria consecutiva en el Staples Center, esta vez en un partido de muchos quilates frente a los Knicks de Nueva York (116-114), liderados por un fantástico Nate Robinson, autor de 33 puntos.

Kobe Bryant se erigió en la referencia local con 28 tantos, siete rebotes, seis asistencias y cuatro robos de balón, aunque todo el quinteto titular de su equipo, con Lamar Odom supliendo al ala-pívot español, logró dobles figuras en anotación.

Los minutos finales, de gran igualdad y escasa precisión, fueron testigos de unos enormes Bryant y Robinson. Si el líder de los Lakers anotaba de forma inverosímil, el base de los Knicks respondía con un más difícil todavía.

Y así se llegó al 113-112 con 26 segundos por disputar, pero el pequeño base de los Knicks falló la última penetración y Derek Fisher selló la victoria local desde la personal.

Se preveía un enfrentamiento interesante a la par que curioso, por ver a los locales sin su hombre más consistente en las últimas jornadas, ante la presencia del base Stephon Marbury en el Staples Center como espectador de lujo, ya que se mantiene apartado de la disciplina de los Knicks.

Los de Mike D'Antoni, como era de esperar, salieron a velocidad de crucero y volcaron su juego en el alero Quentin Richardson, autor de 13 de los 37 puntos de su equipo en el primer cuarto. El vendaval de juego visitante pilló por sorpresa a los californianos, erráticos en el lanzamiento y muy flojos a la hora de cerrar el rebote.

Los jugadores de Phil Jackson habían encajado un parcial de 0-11, cimentado en dos triples de Richardson y otro de Tim Thomas, que metieron el miedo en el cuerpo a los Lakers, quienes, lejos de reaccionar, permitieron a su rival escaparse con 15 puntos de ventaja al descanso (50-65).

Robinson era todo un espectáculo. Repartía juego, anotaba desde el perímetro, penetraba por cualquier resquicio de la defensa californiana y contagiaba de energía al resto de sus compañeros.

Registró 18 puntos en la primera parte, en una lección magistral de todo su equipo (11/23 en triples), con un ritmo endiablado en ataque y una defensa de ayudas admirable sobre las piezas fundamentales de los Lakers, que se retiraron a los vestuarios abucheados por su público.

A partir de entonces y siempre a partir de una defensa en la que se emplearon a fondo, los Lakers recobraron el aliento y cambiaron la tesitura del partido. Un parcial de 11-2 abrió el tercer cuarto para apretar las cosas (61-67, m.26) y una penetración de Trevor Ariza dejó el partido en un pañuelo a falta del último cuarto (84-88).

Andrew Bynum y David Lee, a pesar de la diferencia de altura y envergadura, personificaban un duelo rocoso y vibrante, aunque la situación tenía visos de que se resolvería en un mano a mano final entre Robinson, perfecto desde la línea de tiros libres, y Bryant.

El duelo final no desentonó. Los Knicks fueron los primeros en sobrepasar los cien puntos (98-101, m.42), pero instantes después un triple del número 24 de púrpura y oro y una suspensión de Derek Fisher devolvieron la ventaja a los Lakers, por primera vez desde el primer periodo.

La experiencia jugó a favor de los californianos, que lograron sobreponerse al espléndido partido de Robinson y sacaron ventaja de la escasa rotación de D'Antoni, que sólo empleó a siete jugadores.

Ficha técnica:

116 - Los Ángeles Lakers (26+24+34+32): Fisher (15), Bryant (28), Walton (14), Odom (17), Bynum (13) -cinco inicial-, Ariza (13), Vujacic (9), Farmar (2), Powell (5) y Radmanovic (-).

114 - New York Knicks (37+28+23+26): Duhon (12), Richardson (18), Chandler (8), Harrington (12), Lee (18) -cinco inicial-, Robinson (33) y Thomas (17).

Árbitros: Garretson, Fraher y Poole. Sin expulsados.

Incidencias: Partido de temporada regular disputado en el Staples Center, de Los Ángeles, ante 18.997 espectadores. Lleno.

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