judo grand prix de túnez

Julia regresa con buen pie

  • La judoca cordobesa se queda a las puertas de la medalla de bronce en su primer torneo internacional tras diez meses parada por una grave lesión

Julia Figueroa en combate..

Julia Figueroa en combate.. / ijf

Julia Figueroa cuajó una satisfactoria vuelta a la competición internacional en el Grand Prix de Túnez, su primera prueba en 2018 tras dejar atrás un parón de diez meses por una grave lesión de ligamentos. La cordobesa se quedó a las puertas del primer podio del año en la categoría de -48 kilogramos de la cita africana, después de vencer en su primer combate y ver cortado su paso a la final, aunque Figueroa logró reengancharse en la repesca a la lucha por un bronce que perdió en última instancia.

Julia partía como sexta cabeza de serie del Grand Prix de Túnez, algo que le permitió quedar exenta de la primera ronda. En su primer combate, ya en segunda ronda, Figueroa se vio las caras con la francesa Blandine Pont, a la que derrotó por un ippon -técnica que decanta un combate de manera definitiva- tras una pugna igualada. En cuartos de final, a la cordobesa le tocó en suerte enfrentarse a una de sus grandes rivales, la ucraniana Maryna Cherniak, una contrincante que a Figueroa siempre le cuesta mucho abordar porque la luchadora del Este de Europa es notablemente más alta que ella. Pese a ello, la cordobesa puso toda la carne en el asador y complicó mucho el combate a Cherniak, que finalmente se llevó la victoria con un ippon.

Esa derrota cortó el camino hacia las medallas de manera directa para Figueroa, que sin embargo se ganó la suerte de pelear por el bronce a través de la repesca. Para ello, Julia tuvo que derrotar en primera instancia a la neerlandesa Amber Gersjes, gracias a un ippon por inmovilización sobre el tatami.

A un paso de conseguir subir al podio en su primera prueba internacional, la luchadora perteneciente al Valencia Terra i Mar cayó en el combate final por la medalla de bronce con la japonesa Mei Tanaka, que decantó de su lado un largo e igualado combate gracias a un waza-ari en la muerte súbita.

De esa manera agridulce se le escapó la medalla a Julia Figueroa, aunque la judoca cordobesa sale de Túnez con un balance muy positivo. Y es que su primer objetivo, el de recuperar sensaciones sobre el tatami después de sus diez meses de convalecencia, lo cumplió con creces al disputar hasta cuatro combates en el primer Grand Prix del año. Además, el buen resultado obtenido en Túnez le permitirá a la cordobesa recuperar varias posiciones en la próxima actualización del ranking mundial. Julia es actualmente la 31 del mundo en ese listado, pero llegó a estar entre las cinco mejores de su peso (los -48 kilogramos) antes de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

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