Xerez-Córdoba

En Jerez, como en casa (1-2)

  • El conjunto de Paco Jémez rompe en Chapín su mala racha en los viajes y se afianza como candidato a lo máximo. Borja y Fede firman los tantos de un Córdoba eficiente y muy motivado.

Que el Córdoba gane un partido no es noticia. Que lo haga lejos de El Arcángel, sí. Casi cuatro meses después de su último triunfo como foráneo, el conjunto de Paco Jémez apuntaló su candidatura al ascenso en un campo talismán, Chapín. Tras un primer periodo insulso, Borja García anotó el 0-1 con su undécima diana en este campeonato y Fede Vico neutralizó las tablas firmadas por Pablo Redondo en dos acciones calcadas, con voleas a raíz de sendos saques de esquina. El zurdazo del centrocampista juvenil amarra la sexta plaza y obliga al Elche a ganar hoy en Almería para no verse a dos o tres puntos.

Sin los sancionados Fuentes y Carlos Caballero ni David Prieto, baja de última hora por lesión, Paco recompuso el once con los tres refuerzos invernales: Ximo Navarro, Dubarbier y Airam Cabrera, de nuevo elegido en detrimento de Patiño y Pepe Díaz, fueron titulares ante un Xerez que iba sacando la cabeza al haberse impuesto en los tres encuentros anteriores. López Silva centró su posición en el infructuoso afán por tener la pelota, ya que el cuadro azulino mandó en los primeros compases con su fútbol físico, basado en los balones largos. Las arrancadas de José Mari caían en saco roto por la firmeza de Gaspar y el carácter hiperactivo de Ximo.

El Córdoba no salía con comodidad desde atrás ante un adversario fiero, más ducho en el cuerpo a cuerpo. Tampoco le ayudaba el irregular estado del césped. Su primera llegada se produjo en el minuto 11, precedida de un córner en contra, y acabó con un latigazo desviado de Fernández. A la contra. El contrario trataba de llevar la iniciativa a su manera.

La atención médica a Raúl Cámara y José Mari ralentizó el ritmo de un partido en el que el Córdoba no llevaba las riendas con soltura. Por eso buscaba sin eslabones al delantero, Airam, que hacía lo que podía de espaldas al arco. Por su parte, Borja García arrancaba demasiado lejos de los dominios de Toni Doblas. Así transcurrió el primer cuarto del choque, sin un dulce que echarse a la boca.

Un derechazo de López Garai desde la corona del área que se escapó por poco, un centro de Ximo despejado al vuelo por Doblas y un golpe franco ajustado por López Silva vinieron a confirmar que el Xerez había dado un paso atrás. Pero Chapín recobró el ánimo con un testarazo manso de Íñigo Vélez (con 194 centímetros, cualquiera…) y una presión voraz que obligó a Alberto García a conceder un saque de banda. También traspasó la raya Cámara, quien cedió el testigo al incombustible Campano al no recuperarse de sus molestias. Un nuevo par para Dubarbier, que andaba desaparecido.

Aunque la clarividencia brillaba por su ausencia, el Córdoba machacaba la construcción con el portero, los centrales y el perenne auxilio de López Garai. Mucho toque inocuo, en su propio campo. A cuentagotas, el balón fluía hasta la mitad opuesta. Doblas tuvo que desviar a córner un tiro de Borja, López Garai no cazó la prolongación de Tena en ese saque de esquina y Mendoza lanzó a las nubes tras una falta lateral que costó la amarilla a Dubarbier. Antes la habían visto Cordero y Borja García, con el agravante de que el talentoso jugador madrileño queda apercibido. Una mala noticia para lo que queda.

Impreciso en los cambios de orientación, una herramienta de oro cuando hay atasco en el medio, el Córdoba tampoco sacó provecho a un descuento más largo de lo habitual: tres minutos. La prolongación se consumió con una jugada que dejó ojiplático a Paco Jémez: Dubarbier había burlado la vigilancia de Campano con un caño de espuela y fue sancionado con falta en ataque. Para reflexionar.

Porque en el fútbol, a veces, suceden cosas absurdas. Por ejemplo, que López Silva se pierda un par de minutos porque David Lombán le rasgue la media con un plantillazo de tono naranja. Javi Hervás regresó de la caseta con la firme voluntad de asumir el control del derbi y el Córdoba lo agradeció, aunque se le iban difuminando las opciones de ganar por su falta de concreción en los últimos metros. Hasta que apareció el que casi siempre aparece: Borja rompió el fuera de juego planteado por una zaga adelantada, pinchó un envío bombeado de López Silva y la mandó a la cazuela. 11 goles que más bien son golazos.

El Xerez se revolvió con el amor propio de sus veteranos y no tardó en empatar, apenas cinco minutos. Paco ya tenía preparado el cambio de Dubarbier por Fede Vico cuando Pablo Redondo cazó el despeje de Alberto García tras un córner ejecutado por Capi después de que el guardameta se luciera en un obús de Mendoza. Volver a empezar. Eso sí, con Fede, que salió dispuesto a dejar en evidencia a Campano. 16 años les separan.

Airam, con una parábola blocada por Doblas, y José Mari, con una buena parada con rectificado de Alberto, estuvieron cerca de marcar. Los tantos habían dado otra dimensión a un duelo más vistoso, más abierto, mucho más entretenido que el del primer tiempo. Y Jémez pensó en Patiño para dar un giro de tuerca. El ex del Sanse asistió a varias embestidas del conjunto local, plasmadas en centros que cruzaban el área, antes de relevar a Airam.

Una jugada calcada a la de la igualada devolvió la ventaja a los visitantes con 20 minutos por delante. Fede Vico estrenó su cuenta en Segunda División con un chut que cruzó un mar de piernas hasta tumbar a Doblas. La efervescencia de la juventud ponía en bandeja de plata la tan añorada victoria a domicilio. Y Alberto García se aferraba al botín con seguridad en todas sus intervenciones.

Mientras Vicente Moreno había pensado en el brío de Israel para revertir la situación, Paco recurrió al músculo con Alberto Aguilar en perjuicio de López Silva. Los dos suplentes chocaron en una infracción que dio a Campano la oportunidad de lucir su vitola de especialista, pero el número 1 volvió a ejercer como tal aguantando en su palo. Faltaban diez minutos. Y seis cuando Tato quemó el último cartucho desde el banco: un punta por un pivote, Rafa García.

El derbi era de un Córdoba teñido de rojo fuego, rojo pasión. Al Xerez no le quedaba otra solución que algún rebote afortunado en los balones a la olla. Ver a Tato bregando y a José Mari suspendido en el aire despertaba el temor a no ganar, mas el Córdoba se defendió con uñas, dientes y algún que otro pelotazo y ni siquiera echó en falta un mano a mano desperdiciado por Javi Patiño. La victoria, la ansiada victoria a domicilio, era un hecho. A ver quién lo baja ahora de ahí.

Ficha técnica:

1 - Xerez: Toni Doblas, Mendoza, Lombán, Cordero, Iñigo Vélez, Rafa García (Tato, m. 84), Capi (Israel, m. 71), Pablo Redondo, Raúl Cámara (Campano, m. 32), Robusté y José Mari.

2 - Córdoba: Alberto García, Gaspar, Borja García, López Garai, Ximo Navarro, Dubarbier (Fede Vico, m. 59), Fernández, López Silva (Alberto Aguilar, m. 76), Airam (Patiño, m. 69), Tena y Javi Hervás.

Goles: 0-1, m. 53, Borja García; 1-1, m. 58, Pablo Redondo; 1-2, m. 70, Fede Vico.

Arbitro: Santiago Jaime Latre (c.aragonés). Amonestó a los locales Cordero, Lombán y Pablo Redondo; y a los visitantes Borja García, Dubarbier, Ximo Navarro y Alberto Aguilar.

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésima séptima 8.435 espectadores en Chapín. El club, las peñas, los veteranos y la Fundación Xerez CD rindieron un homenaje al capitán Jesús Mendoza al ser el jugador que más partidos ha disputado con la camiseta del equipo azulino. Los jugadores del Xerez exhibieron una pancarta de ánimo al técnico argentino Néstor Gorosito, que convalece de un accidente.

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