Reinaindiscutible de la piscina corta, la húngara Katinka Hosszu afronta el Mundial que arranca hoy en la localidad canadiense de Windsor dispuesta a superar las ocho medallas, cuatro de ellas de oro, que logró hace dos años en Doha, tras inscribirse en doce pruebas individuales.

Este extenuante programa sólo está al alcance de la Dama de hierro, de 27 años, dispuesta a redoblar su apuesta con relación al último Mundial de 2014. En Windsor Hosszu añade novedades a su habitual programa, como su participación en los 200 braza, prueba en la que las ausencias de las japonesas Rie Kaneto, vigente campeona olímpica, y Kanako Watanabe, última campeona del mundo, hacen pueda subir al podio. Tampoco lo tendrá fácil en los 800 libre, en la que Mireia Belmonte, campeona del Mundo hace dos años en Doha, peleará por el oro. La badalonesa será igualmente su principal rival en los 200 metros mariposa, una prueba en la que la española llegará a Windsor como flamante campeona olímpica.

La selección española femenina está obligada a ganar (18:30, por Teledeporte) a Serbia para asegurarse pasar con puntos a la segunda ronda del Europeo de Suecia y mantener así sus esperanzas de luchar por las medallas. El estreno en el torneo de la actual subcampeona no fue el esperado, tras perder ante las anfitrionas por 25-19. Más allá del resultado, las Guerreras no mostraron su mejor juego y el encuentro se les escapó por un mal tramo final de primera mitad tras un buen inicio. El principal lastre de las de Jorge Dueñas fueron las numerosas perdidas, hasta 17, algo que debe corregirse ante las balcánicas, un rival en teoría más accesible frente a la que no se puede fallar.