Lucena | guadalajara · la crónica

Falete dibuja la peor caricatura lucentina

  • Desdibujado El Lucena encaja su tercera derrota en casa ante un rival directo que fue muy superior Negro La defensa hizo aguas y el ataque pasó desapercibido

No es Quino ni El Negro Fontanarrosa -dos de los mejores humoristas gráficos del mundo-, pero Falete pintó ayer una caricatura perfecta -y triste- del Lucena. El técnico cordobés, en su reencuentro con el equipo que le abrió la puerta de los banquillos, aleccionó a su Guadalajara para borrar del campo a un cuadro celeste que perpetró su peor partido del curso en la Ciudad Deportiva. Errático en defensa, sin actitud en el terreno de juego y desaparecido en ataque, el conjunto lucentino cedió su tercera derrota de la temporada en casa ante un rival directo por la permanencia que llegó a la cita con el casillero de triunfos a domicilio a cero. Ahora ya tiene uno -merecido- tras pasar por encima de un equipo que no regala una victoria a su afición desde el ya lejano 28 de septiembre. Desde luego, con espectáculos tan infames como el de ayer, la sequía no tiene visos de cortarse pronto.

De momento, el que parece dispuesto a cambiar esta dinámica es Antonio Montero. Pero el primero que debe rectificar es él mismo. Ante el Guadalajara optó por colocar a Sarmiento como central para dar salida al juego desde atrás. Sobre la pizarra podía ser una decisión correcta; en el tapiz quedó demostrado lo contrario. El cordobés, cumplidor donde los haya, hizo su trabajo como buenamente pudo. Pero se encontró enfrente un rival que ejerció una presión casi asfixiante que le cerró las escasas vías de escape que le ofrecían sus compañeros.

Para colmo de males, el Guadalajara asustó pronto. No se había cumplido el minuto 2 cuando Toni García metió una mano salvadora a un cabezazo de Richi. La jugada se repitió poco después, de nuevo con Rubén Cuesta como asistente desde la esquina, pero esta vez el balón sí besó las redes. Ni en el mejor de sus pensamientos hubiera pensado Falete un inicio así. Pero quien pensara en una posible relajación alcarreña estaba equivocado. El técnico ya se encargaba desde la banda de abortar cualquier atisbo. En el campo, el trabajo quedaba para tres cordobeses -Cuesta, Jorge García y Dani Lanza- y un ex cordobesista, Hugo Pina. Ellos solitos se bastaron para cortar de raíz los tímidos intentos de reacción de un Lucena que se perdía una y otra vez entre la maraña de jugadores visitantes y apenas si veía de cerca a Álvaro Núñez.

Todo lo contrario de lo que ocurría cuando el balón era del Guadalajara, que siempre daba sensación de peligro en sus acercamientos. Jorge García volvió a probar a su amigo Toni García con un chutazo desde la frontal del área que el meta se quitó de encima como pudo. Y antes del intermedio, un contragolpe conducido por Dani Calleja y Rubén Cuesta se tradujo en el 0-2, obra de Alejandro. Mientras tanto, del Lucena la única prueba de existencia en ataque la dio Cabello con un tiro que buscaba la escuadra y obligó a Núñez a estirarse. Una ocasión en 45 minutos. La apuesta por Troiteiro y Quique no hizo olvidar a Velasco. Ni de lejos.

Montero estaba obligado a mover ficha. Sarmiento volvió al centro del campo y el dibujo quedó con un 4-3-3 con Anderson Costa y Julio Pineda acompañando a Cabello en la zona de vanguardia. Con el Guadalajara atrincherado atrás, el balón empezaba a estar más tiempo con los celestes. Y Sarmiento dio el primer aviso con un cabezazo picado que atajó Núñez sobre la línea. Poco después fue Pineda el que la tuvo tras un envío a la espalda de la defensa de José Jesús Lanza, pero remató sin fuerza a las manos del portero, atento también para desviar un derechazo lejano de Sarmiento. Balas de fogueo. Las de verdad las tenía el Guadalajara, que hizo el tercero en una contra. Y rozó el cuarto, que evitó Monteagudo sobre la línea.

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