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Exponente de la 'feminización' global

  • La extremo del Adesal, única cordobesa en la selección andaluza infantil que consiguió la medalla de plata en el último Campeonato de España, espera seguir creciendo desde su inconformismo natural

Córdoba siempre ha sido un vivero de jóvenes talentos para el balonmano. Los éxitos del Córdoba BM en categorías inferiores han sido la referencia de muchas de las generaciones recientes y cientos de niños han crecido con la intención de emularlos. Pero el balonmano, como tantas otras disciplinas deportivas, también se está feminizando. No sólo el hombre vive para y por el deporte. Ahí radica el éxito del Adesal, un club preocupado porque la mujer ocupe su sitio. De eso puede dar fe Rocío Valenzuela, el más firme exponente de una cantera que empieza a exportar jugadoras para los distintos combinados andaluces.

Rocío fue la única cordobesa -en categoría infantil- presente en el último Campeonato de España de selecciones autonómicas. En categoría masculina había bastantes más exponentes. Pero ella, que no pudo recibir el calor de sus padres en la cita gallega, demostró que tiene sitio y motivación para llegar a hacer algo grande. La plata conseguida en Galicia, lejos de colmar sus deseos, le dejó "un sabor amargo porque estuvimos muy cerca del oro". Una muestra más de su inconformismo.

Los primeros escarceos de su hermano mayor en el Cajasur fueron motivo más que suficiente para que Rocío se decantara por el balonmano. El equipo de su propio colegio, el Góngora, fue su primera parada. No tardó en pedir sitio en el único club femenino de la ciudad, el Adesal. Allí topó con Rafa Moreno, el técnico del Ars de División de Honor B, que lucha por dar un sitio a la mujer en el balonmano. "Tiene bien cubiertas sus etapas de formación táctica y técnicamente es muy habilidosa. Puede tener un gran futuro como extremo izquierda o central porque vive el balonmano a tope", sentencia su mentor.

Mientras tanto, y recién salida de una de las tres sesiones de entrenamiento que adornan su semana, Rocío Valenzuela repite hasta la saciedad que "quiero seguir creciendo", pero "mi primer objetivo ahora mismo es remontar los 13 goles que nos sacó el Puente Genil para poder jugar el sector".

Ese carácter ganador es lo que le hace idolatrar al díscolo Iker Romero. Pero que nadie piense que es por el sentimiento azulgrana. Antes de preguntarle ya deja claro que "soy del Madrid". Lástima que los blancos no apuesten por el balonmano. En Rocío tendrían un valor seguro para el futuro. Hoy la disfrutan el Adesal y Andalucía.

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