HUESCa | CÓRDOBA · informe técnico

Expedito el camino a la nada

  • Un arbitraje parcial termina con el ímpetu del Córdoba en Huesca y cercena una buena puesta en escena · La segunda parte, floja, afeó la imagen global del equipo.

Cualquier cordobesista que no viera el partido de ayer podría pensar que su equipo perdió el encuentro porque ya le tocaba. Porque sí. Sin embargo, analizando lo que depararon noventa minutos de encuentro se pueden obtener otras conclusiones que si bien no consuelan sí sirven para entender un poco el porqué de esta derrota que algunos ya veían venir dentro del lamentable fátum del Córdoba. Ayer el conjunto de Alcaraz hizo cosas suficientes para saldar su deuda con el destino. Salió con ímpetu en pos de la victoria. Y todo iba bien hasta que apareció uno de esos factores imprevisibles que decantan la suerte de un encuentro en una categoría tan de mínimos.

Lesma López, árbitro, decidió primero concederle siete vidas a Corona cuando debía de haberle expulsado en la primera falta que cometió -un agarrón a Pepe Díaz cuando se marchaba hacia la portería de Andrés- y luego concedió validez a una acción de Luis Helguera sobre Alberto de las que no son falta, pero que siempre se pitan como falta. El veterano centrocampista se apoyó en el portero dentro de lo que se conoce como área pequeña. Suficiente para soplar el pito. No para Lesma, que permitió que luego Tariq empujase el 1-0. A partir de ese momento, el Córdoba se fue esfumando poco a poco y tocó fondo durante el inicio de la segunda parte. Luego el Huesca marcó el segundo y la historia se acabó. O se repitió. Los aficionados blanquiverdes observan una vez más expedito el camino hacia la nada.

Defensa

No fue un buen día para el entramado defensivo blanquiverde. El portero Alberto, por ejemplo, salvó varios goles claros, pero falló en la jugada que precedió al 1-0 (por mucho que Helguera le incomodase en el salto). Tampoco estuvo fino De Coz, que no se prodigó en ataque. Ni Tena, que perdió claramente la partida ante Tariq. El único que mantuvo el tipo fue Richy, que completó un encuentro aseado. Y eso que el planteamiento del rival fue bastante simple: balones a su ariete y segundas jugadas. Pues a pesar de ello marcaron dos goles y tuvieron bastantes oportunidades . Lo peor, de cualquier modo, fueron las excesivas patadas fruto de la impotencia (y de las provocaciones del rival) que dieron en el tramo final los cordobesistas, con el choque ya perdido.

ataque

El Córdoba entró al partido a portagayola. Valiente. Era el espíritu del equipo de Jerez. Pepe Díaz y Charles cumplían a rajatabla su cometido de primera línea de defensa atosigando a Corona y Rigo. Así, fruto de la picaresca del cuco, llegó la primera oportunidad del partido. Díaz se aprovechó de un rebote para plantarse ante Andrés. Falló.

Luego llegó la acción clave del encuentro ya comentada del minuto 20. Pepe Díaz le afanó una pelota a Corona y éste le agarró hasta tirarle al suelo. Amarilla. Más tarde, en otra acción polémica llegó el 1-0, pero el fútbol de ataque del Córdoba no se resintió… hasta que entró Jonathan Sesma en el descanso. La aportación del canario fue testimonial y la garra del 4-4-2 de Alcaraz en ataque se descompuso tras la reanudación. A pesar de todo, a base de arrancadas de furia sobre todo movidas por la casta de Pepe Díaz, dispusieron de dos oportunidades claras para empatar. Primero Sesma, que disparó flojo y mal tras un centro del de Almodóvar y luego el propio Díaz, quien marcó en fuera de juego. El segundo gol rival terminó de matar el ímpetu, por mucho que se empeñara el joven Mane -primero de interior y luego de mediapunta- con sus ganas y calidad. El Huesca llevaba sin dejar la portería a cero nueve jornadas. Hasta ayer.

virtudes

Valentía inicial.

talón de aquiles

Descompuestos totalmente en la segunda parte.

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