Si quiere estar entre los grandes. Si desea que el ascenso deje de ser una quimera. Si definitivamente está dispuesto a dar el paso al frente, el Maderas Miguel Pérez está obligado a ganar hoy (José Pérez Pozuelo, 18.00) al mejor equipo del campeonato como visitante: el Pinto. El cuadro madrileño sólo sabe ganar cuando juega lejos de su gente. Es segundo en la tabla con cinco puntos de renta sobre los bujalanceños. Todo un reto para el conjunto de Fede Vidal, un bloque tremendamente rocoso en sus actuaciones bajo el calor de su hinchada, a la que sólo ha dado un disgusto hasta ahora, el revés ante el Talavera (6-7) en la jornada inicial del ejercicio.

El Maderas ha presentado su candidatura a luchar por las plazas de honor con una racha de seis jornadas sin perder que se quebró la pasada semana en Caravaca de la Cruz. Fue sólo un borrón en un expediente inmaculado. Como también lo era el del Pinto hasta que llegó hace unos días el intratable Tres Cantos -líder destacado con nueve triunfos y tres empates en las 12 jornadas ligueras- y lo bajó de la primera plaza al endosarle su tercera derrota del ejercicio, todas en casa.

Como visitante, el combinado madrileño suma cinco victorias en otros tantos desplazamientos. Todo fundamentado en su aplastante facilidad para ver portería, lo que lo convierte en el segundo mejor ataque del grupo (53 tantos) por detrás del Boadilla (58). "Es un equipo muy ofensivo, con jugadores de mucha calidad, que destacan tanto en la elaboración de las jugadas como en la finalización. Tienen paciencia en la creación, pero a la vez son muy hábiles a la hora de anotar", matizó ayer Fede Vidal.

El técnico sigue sin contar con el lesionado Murillo y admite que "debemos mantener nuestra seña de identidad; no tenemos que temer a ningún equipo. Mientras tengamos la pelota, sufrirán".