Atletismo l XX Subida a las Ermitas Carrera de la Constitución

Espinosa se motiva solo

  • Eva María Langa logra la victoria en la prueba femenina con un dominio absoluto

Ni el intenso frío matinal ni la lluvia hicieron mella en el esfuerzo y la motivación de Miguel Ángel Espinosa, que superó las inclemencias del tiempo y a sus rivales para proclamarse vencedor en la vigésima edición de la Subida a las Ermitas, compartiendo honores con Eva María Langa, ganadora de la prueba femenina.

Tanto protagonismo tuvo la meteorología que muchos de los que se habían inscrito no hicieron acto de presencia en la línea de salida de Ronda de los Tejares. Puede que el frío tuviera algo que ver en que de los cerca de 400 inscritos sólo algo más de la mitad acabaran la carrera para recibir el tradicional caldo caliente con el que los organizadores premian a los valientes que llegan a la meta.

Porque un viento gélido acompañó la salida de los atletas rumbo a las Ermitas, aliñado por una fina lluvia en los primeros metros que fue remitiendo a medida que la carrera encaraba las estribaciones de la sierra.

Como es habitual, y más teniendo en cuenta la necesidad de calentarse que tenían los atletas, el primero en romper el hielo fue Iván Pérez, que tras la primera recta se lanzó a una alocada carrera por la cabeza, aunque su aventura apenas duró unos metros. Tanto que a la llegada al Pretorio ya se formó el primer grupo cabecero con Espinosa como ariete, mientras que a pocos metros otros hombres como Luis Salamanca, Luis Pérez, Francisco Bujía, Ángel Ramírez, César Avelló y Francisco Rojas marcaban un alto ritmo. A un promedio de 3.05 durante los tres primeros kilómetros, el grupo alcanzó el cruce del Camping con unos metros de ventaja sobre el pelotón.

Poco después del giro en el Carrefour Sierra, los movimientos empezaron a acelerarse entre los hombres de cabeza. El más inquieto era Espinosa, quien quiso poner a prueba a sus rivales imponiendo un fuerte ritmo en la salida a la avenida del Brillante. Cuando la carrera llegó a la altura del restaurante Pizzaiolo, Espinosa ya llevaba una ventaja cercana a los 100 metros sobre los peligrosos Francisco Bujía y Antonio Luis Pérez, que hacían de puente entre el líder y el grupo.

Pocos eran los que a esas alturas tenían fuerzas para seguir la estela de Espinosa, que con un ritmo de 3.10 comenzó un despegue magistral que lo llevó a llegar al Mirador en solitario y con más de cuatrocientos metros de ventaja. Eso ya fue suficiente para el dominador de la carrera, que se plantó en la meta prácticamente solo.

Rompiendo el frío, sin apenas beber agua durante el ascenso al Santuario y con un gesto contenido de rabia en el rostro tras el reciente fallecimiento de su abuela, Espinosa entró como ganador con un tiempo de 52.22, seguido por Francisco Bujía (55.28) y César Avelló, que de menos a más consiguió recuperar la tercera plaza en los últimos metros, desbancando al malagueño Antonio Luis Pérez.

En féminas hubo un dominio absoluto de Eva María Langa. La atleta del Trotacalles marcó los mejores tiempos en todos y cada uno de los kilómetros de la prueba, mejorando su mejor marca -que databa de 2005- en casi dos minutos. Langa subió como una moto tras la estela de los primeros de la prueba masculina, lo que le permitió llegar con un tiempo de 1.06.31. A un abismo de la ganadora aparecieron Mari Carmen Espejo (segunda con 1.18.23) y Belén Castilla, una de las favoritas que sólo pudo ser tercera con 1.18.38.

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