La selección española de baloncesto buscará hoy en Bielorrusia y el próximo lunes ante Montenegro en Zaragoza seguir avanzando en su camino hacia el Mundial de China 2019, al margen del conflicto entre FIBA y Euroliga que ha obligado de nuevo a convocar a los jugadores menos habituales.

Tras los triunfos en los dos primeros partidos de la ventana inicial de clasificación disputada en noviembre, el combinado que dirige Sergio Scariolo tiene un pie en la segunda fase, para la que se clasifican los tres mejores de cada grupo.

El equipo nacional, que ha estado entrenando durante cuatro días en Guadalajara, partió ayer rumbo a Minsk, donde hoy intentará sumar su tercer triunfo ante Bielorrusia, un rival al que Scariolo definió ayer como "un equipo atlético y bastante perimetral".

"Tenemos que estar preparados, no sólo para jugar nuestro juego, sino también para intentar limitar sus puntos fuertes", añadió el técnico italiano, quien recordó que su rival de hoy "es un equipo atípico que tiene aleros grandes y también buena capacidad de correr al contraataque y de penetrar al aro".

En principio, el estado físico de los jugadores españoles es bueno. "Yo creo que llegamos bien, incluso quienes llegaban algo tocados por su actividad en sus clubes se han ido recuperando, al cuidado de nuestro cuerpo médico, y ahora están bastante mejor", añadió.

También ha mejorado la cohesión en un grupo que combina jugadores jóvenes y veteranos que en algunos casos no se conocían y en otros suponía su debut con la camiseta nacional.

"Quienes ya han estado aportan su más elevado conocimiento de nuestro sistema de trabajo y de juego, y ayudan a los que han llegado que, por supuesto, han puesto mucho de su parte para entrar rápidamente y acoplarse bien", explicó el seleccionador español.

Tras el compromiso ante Bielorrusia, la selección regresará a España, donde el lunes se enfrentará a Montenegro en Zaragoza en el cuarto partido de la clasificación para el Mundial.