Balonmano l División de Honor B

Empeñado en sufrir hasta el límite

Empieza a ser un misterio qué es lo que le sucede al Prasa en los instantes finales, a los que le tiene pánico, pues no hay partido donde no sufra. Ayer lo volvió a pasar mal para derrotar al colista en un partido donde los pozoalbenses siempre fueron sobrados en el marcador, pero llegaron con la lengua fuera al momento de la verdad debido a las ausencias del lesionado Serrano y de Espigol, que vio la roja cuando quedaban 20 minutos para la conclusión.

A falta de cinco minutos para el final, el cuadro vallesano iba ganando de cinco, pero una defensa abierta del Tenerife provocó pérdidas de balón, pasos y tiros muy forzados. El cuadro insular, incluso, tuvo en los últimos ocho segundos la bola para empatar el partido, pues al árbitro se le ocurrió pitar en la jugada anterior pasos al Prasa y no el garrotazo que antes le dieron a Martín Domínguez. Pero Ronnberg negoció mal la última acción del Tolimar -no vio a Fernaud, que estaba solo para matar a Percin- y lo más que sacó fue un golpe franco con el reloj a cero que se fue fuera. No fue el único regalo tinerfeño, pues poco antes habían fallado un penalti.

Eso sí, sólo en esos cinco minutos el Tolimar fue mejor. En el resto del partido, el Prasa siempre fue cómodo, haciendo mucho daño desde los extremos. A ellos se unió Escobedo, que está soltando mucho la mano este año. Era el triángulo mágico del Prasa en ataque, los que se encargaron de guiar al cuadro de Paco Castillo a una nueva victoria, la cuarta en los últimos cinco partidos.

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