Suma y sigue. El Lucena continúa con su progresión tras encadenar su décima jornada sin perder -y la tercera dejando la portería a cero- tras sacar un valioso empate sin goles en el feudo del líder, un Betis B que hasta ahora sólo se había dejado sorprender en casa por el Águilas (0-1). Precisamente, el cuadro murciano es el que impide de momento a los lucentinos entrar en los puestos de play off pese a que ambos equipos tienen los mismos puntos (26) e idéntica diferencia de goles (+6).

El duelo entre dos de las sorpresas agradables de la temporada no defraudó a nadie. Y eso que echando un vistazo al resultado, uno pudiera pensar todo lo contrario. El Betis B, pese a que notó en exceso la baja de Cañas -José Luis Mena, sustituto de Chaparro desde ayer, tendrá que acostumbrarse, pues estará en el dique seco por lesión los dos próximos meses- siguió fiel a su estilo, que pasa por meter un ritmo altísimo al partido para exprimir su excelente condición física.

Pero ayer se encontró enfrente a un adversario que mantiene un guión similar que, además, está en un momento dulce de juego y resultados. Con la base de dejar la portería a cero, la presión y la velocidad son las armas de este Lucena. Así, está a punto de llegar al ecuador de la temporada con el honor de ser el equipo que menos derrotas ha encajado hasta la fecha... y cómodamente instalado en la zona noble de la tabla, sólo cuatro peldaños más abajo que el Betis B. Y eso que ambos son novatos en la categoría; el año pasado jugaban en el grupo X de Tercera División.

Como cabía esperar, el filial trató desde el principio hacerse con las riendas del choque. Rodri era el encargado de dar fluidez al juego local. Pero Antonio Montero no dejó lugar para la sorpresa. Le encargó un marcaje especial a Adriano y se apuntó el primer tanto en la batalla táctica. El segundo llegó con la marca de Argüello sobre Carreño, el pichichi verdiblanco. Con todo, el potencial ofensivo del Betis B pronto obligó a la defensa lucentina a mostrar todas sus prestaciones. Diego Segura probó fortuna desde la frontal y encontró la respuesta de Toni García.

El choque se jugaba en la parcela del Lucena, al que el balón le duraba muy poquito en los pies. Pero este equipo no necesita mucho para hacer daño. Velasco cogió su fusil por la derecha y se sacó un disparo seco que sacó astillas del poste del portal defendido por René. Fue la única aproximación con peligro real del equipo de Nene en el primer acto.

El decorado aumentó la confianza del bando aracelitano, que mostró una cara diferente tras el paso por los vestuarios. Guille y Cabello empezaron a dar problemas a la retaguardia local, y hasta Adriano, liberado del corsé de sus labores defensivas, lo intentó con un zapatazo que obligó a René a emplearse a fondo para despejar.

Aun así, el que más cerca estuvo del gol fue el filial. Una internada de Toni por la izquierda acabó en un centro a la cabeza de Fran Machado, que marcó los tiempos... pero se topó con un magistral Toni García. El partido estaba abierto. Porque el Lucena no renuncia nunca al ataque. Cabello tuvo el 0-1 en un mano a mano y Guille pidió un penalti. Hubiera sido cruel que hubiera un perdedor.