El Córdoba de Lucas Alcaraz abrió su andadura liguera con derrota. El calendario le jugó una mala pasada al fijar para la primera jornada la visita al Betis, que presentó sus credenciales para regresar a Primera División por la vía rápida. La aportación en ataque de dos delanteros impropios del fútbol de plata, Pavone y Sergio García, se cebó con un bloque que dio la cara hasta el descanso y se desfondó en la segunda mitad. Afortunadamente, quedan 41 jornadas para zurcir el roto.

Ambos equipos salieron imprecisos, demostrando su falta de rodaje en este último fin de semana de agosto. La grada, quizá aún no consciente de su condición de afición de Segunda, estuvo comprensiva y animosa en los primeros minutos a pesar del calor. Mientras, unos y otros trataban de cogerle el aire a la competición con los errores lógicos.

El primer tiro a puerta llevó la firma de Asen, quien recibió de Arteaga al borde del área, se revolvió y se sacó un zurdazo cruzado que Goitia blocó. Pavone replicó de inmediato con un derechazo lejano y Carpintero gozó de una ocasión bastante clara, todavía en el minuto 9: Arteaga cerró una falta a pie cambiado, Goitia despejó con ciertos apuros y el mediocentro, solo junto al área pequeña, cabeceó fuera con todo a favor. Dañobeitia también conectó un testarazo, más rotundo pero igualmente desviado, a centro de Javi Flores.

El Betis no evidenciaba su teórica superioridad y la gente empezaba a impacientarse. Los pitos retumbaron en el Manuel Ruiz de Lopera, otro estadio a medio terminar, cuando Asen remató en semifallo una falta lateral botada por Jorge Luque. Y qué decir cuando un centro raso de Dañobeitia desde la derecha, tras pase de un Javi Flores que ya lucía un apósito en la ceja a causa de una brecha, no derivó en el 0-1 de milagro cuando Arteaga se anticipó a Damiá para rematar en posición forzada. Fuera.

Heliópolis despertó merced a una brillante maniobra de Sergio García que habilitó a Juanma. El número 7 se disponía a encañonar cuando Dañobeitia llegó por detrás como una bala y mandó a córner. La hinchada bética, seguramente con razón, reclamó penalti por el agarrón del vasco en una acción defensiva providencial.

El fútbol le debía algo a Juanma y éste no tardó en cobrárselo. Justo en el ecuador del primer periodo, el fino centrocampista pacense hizo bueno el envío al corazón del área de Pavone, que se había deshecho de Richy, con una frialdad propia de un jugador de Primera. Las aguas volvieron a su cauce en los corazones béticos.

Javi Flores, el peor parado en la sucesión de golpes -el Betis no se andaba con chiquitas-, tuvo la opción de empatar después de un córner pasado de Jorge Luque. El de Fátima amortiguó el cuero, pero su volea con la zurda se marchó arriba. El siguiente en salir mal parado fue Dañobeitia, el enésimo futbolista visitante en solicitar asistencia médica. Y se reprodujo el eterno debate de si hay que echar la pelota fuera, devolverla y demás.

El Córdoba había perdido mordiente y el Betis acechaba, con las incorporaciones de Odonkor como principal amenaza. Raúl Navas evitó el 2-0 al cortar con el pie un disparo cercano a Pavone, jaleado por su arrancada. El bando de Lucas Alcaraz no estaba fino, aunque una subida de Dañobeitia por la izquierda y otra de Agus, con cabezazo alto del ex del Salamanca, le renovaron las pulsaciones. No obstante, el ataque cardíaco estuvo a punto de repetirse en un centro de Odonkor hacia Pavone que Richy rechazó de forma poco ortodoxa, cediendo un córner con tufo a autogol.

La dureza verdiblanca provocó la primera amarilla del partido por una patada de Damiá a Jorge Luque. Del Cerro Grande concedió la ley de la ventaja, Arteaga metió una rosca desde la izquierda y el cabezazo picado de Javi Flores chocó contra el segundo palo. Una lástima, porque corría el minuto 43 largo y al CCF le habría venido de perlas afrontar el descanso con la balanza equilibrada.

El 1-0 obligaba a tomar la iniciativa, y ese plato no es del gusto de Alcaraz. Y además, en territorio comanche. En cualquier caso, el Ruiz de Lopera es ahora más asequible que dentro de unas semanas, cuando el gran favorito al ascenso se haga a la categoría y empiece a soltarse.

Sin relevos en ninguno de los dos conjuntos, el inicio del segundo acto trajo un panorama similar: el Betis daba más sensación de peligro haciendo menos. Hablamos de calidad, ese factor diferencial. Lucas no se lo pensó dos veces y realizó un doble cambio en el 55': Pepe Díaz y Simon por Dañobeitia y Asen. Javi Flores cayó a la derecha. Por su parte, Tapia sacrificó en primera instancia a Odonkor en beneficio de Caffa.

Simon regaló un par de detallitos esperanzadores en forma de controles. El chico ha llegado con ganas. Pero con eso no bastaba, y Alcaraz quemó sus cartuchos con media hora por delante. La salida de José Vega por Agus convirtió a Arteaga, un sevillista de pro, en improvisado lateral izquierdo.

El Betis acarició el segundo en sendas acciones de Sergio García, acaso el jugador con más talento sobre la hierba. En la primera desarboló con un quiebro a Richy, pero su pase de la muerte no encontró rematador, y en la segunda conectó un testarazo a centro de Damiá que obligó a Navas a realizar la palomita de la tarde, ya transformada en noche. Nada pudo hacer el portero en la siguiente llegada bética, con asistencia de Pavone -otra vez el delantero centro desplazado a la banda- y cabezazo ajustado de Caffa. De argentino a argentino. El fútbol también le debía algo al interior zurdo, que volvía a Segunda después de subir con el Zaragoza meses atrás. Qué cesión más ingrata la suya.

De nuevo en el mismísimo ecuador, en el minuto 67, el Córdoba encajaba un gol. Y la cuesta se empinaba demasiado. José Vega probó fortuna con un obús desviado y Javi Flores asumió la responsabilidad del ataque al intercambiar su demarcación con Pepe Díaz, pasando a formar dupla con un Simon más voluntarioso que eficaz.

El beticismo veía el choque ganado y no perdió la oportunidad de lanzar la puya de rigor ("¡Lopera, vete ya!") al mandamás aferrado al cargo. En el césped, mientras, el Córdoba emitía sus últimos soplos de vida, como un derechazo de Simon que murió en las manoplas de Goitia o un golpe franco de Luque que no se alojó en la escuadra por poco.

Pero las gotas de calidad, hay que decirlo hasta la saciedad, eran del Betis. Sergio García, que poco antes había lanzado una volea alta, puso la guinda a su magnífico partido -jugando a medio gas, como si fuera una pachanga- al tirar de sutileza para poner la rúbrica a una jugada iniciada por el recién incorporado Rodri y, cómo no, Pavone, erigido en el asistente total. El internacional, campeón con España en la Eurocopa del año pasado, se retiró a los vestuarios bajo una atronadora ovación. Entró Capi, un suplente de lujo.

El Betis fue mucho equipo para un Córdoba que debe mejorar a marchas forzadas para no sufrir de lo lindo. Al primer colista de la Liga Adelante le quedan casi diez meses por delante para decir algo y que se le escuche.

Ficha técnica:

3 - Real Betis: Goitia; Damiá, Carlos García, Melli, Fernando Vega; Juande, Sunny; Juanma (Rodri, m.81), Sergio García (Capi, m.85), Odonkor (Caffa, m.58); y Pavone

0 - Córdoba CF.: Raúl Navas, Ceballos, Agus (José Vega, m.63), Gaspar, Richy, Jorge Luque; Dañobeitia (Pepe Díaz, m.55), Carpintero, Javi Flores; Arteaga y Asen (Simón, m.55).

Goles: 1-0. m.23, Juanma. 2-0. m.67, Caffa. 3-0: m.83. Sergio García

Árbitro: Carlos del Cerro Grande (c.madrileño). Mostró tarjeta amarilla a Caffa (m.71).

Incidencias: partido disputado en el estadio Manuel Ruiz de Lopera con casi media entrada, unos 25.000 espectadores, un millar de ellos seguidores cordobeses.